Revista Espiritualidad

Budismo Zen y el chisme

Por Chocobuda
Budismo Zen y el chisme

El chisme (cotilleo) es una de nuestras formas de comunicación más comunes. A todos nos gusta hablar a escondidas de los demás porque es divertido y delicioso. Y en tiempos de super conexión facilitada por las redes sociales en línea, millones de chismosos comparten información en plataformas sin censura ni autocontrol, lo que hace al chisme aún más dañino que antes.

Aunque aparentemente chismear une a la gente porque les da un tema de conversación para compartir, en realidad es malas noticias para todos los involucrados.

Desde el punto de vista de la práctica Zen, el chisme se convierte en una práctica poco hábil y nos mantenemos alejados de ella por muchas razones.

El Buda, en el Sammaditthi Sutta (Discurso de la Visión Correcta, parte del Noble Sendero Óctuple) nos dice:

«¿Y qué es poco hábil? Tomar vidas es poco hábil. Tomar lo que no se ha dado libremente, hacer mal uso de la sexualidad, mentir, habla divisiva, habla cruel, la charla inútil es poco hábil«.

El chisme es precisamente una charla inútil porque no ayuda y causa daño. Su punto de origen son los Tres Venenos de la Mente (Ira, Avaricia e Ignorancia) y el ego.

Cuando hablamos de alguien a sus espaldas, el ego crece porque el chismoso posee información que los demás no. Esto causa la ilusión de control de «algo» y pone al chismoso en una posición de ventaja ante sus pares.

La ignorancia se manifiesta en los chismosos porque se borra de tajo la Primera Noble Verdad: todos los seres experimentamos dukkha. Juzgamos a los demás y opinamos sobre su vida, dejando de lado el hecho de que es un ser vivo con un corazón que puede ser roto, que quizá estaba teniendo un mal día o que hace algo que no encaja en nuestro esquema de cómo deben ser las cosas.

La avaricia se manifiesta porque poseer información «exclusiva» sobre alguien nos motiva a buscar más datos e información que nadie más puede tener.

La ira se manifiesta al violentar la imagen y dignidad de alguien, cancelando la inteligencia y compasión del chismoso.

En la práctica Zen valoramos mucho el estado de silencio. Entrenamos para que antes de hablar hagamos una reflexión sobre la utilidad o las intenciones de nuestro mensaje. Y el chisme siempre está en contra de nuestros preceptos y por eso no nos enganchamos en ello.

¿Qué hago para no involucrarme o decir chismes?

Si está en ti la urgencia de criticar a alguien a escondidas, pregúntate si te gustaría que te lo hicieran. Casi siempre la respuesta es NO. Entonces es mejor guardar silencio.

¿Qué hacer cuando alguien llega conmigo con la intención de decir chismes de alguien?

Nada. Absolutamente nada. Es muy fácil detectar las intenciones de chisme de alguien. Comienza desde el lenguaje corporal y el tono de voz. Si detectas que alguien con ganas de iniciar chisme, solo escucha, pero no participes. Esto parecerá rudo, pero el chismoso pierde el interés si no le das la respuesta emocional que busca.

Con el tiempo te buscarán solo para comunicaciones necesarias.

¿Qué hacer si me entero de un chisme gordo y jugoso?

Nada. Absolutamente nada. No es tu información para compartir y ni siquiera para hacer juicios en tu mente. Dedícate a tu vida y listo.

Valorar la privacidad y respetar la dignidad de todos los seres vivos es primordial para nuestra práctica. Guardar silencio siempre será mejor.

Twittear

Volver a la Portada de Logo Paperblog