Ya se acabó lo bueno, o casi... Las vacaciones de verano tocan a su fin y ya, el que más y el que menos, está liado con la vuelta al cole de los niños. Otra vez toca forrar los libros, comprar uniformes, preparar las mochilas y sobretodo mentalizarse que queda un año para las ansiadas vacaciones de verano.
Espero que hayáis descansado, que hayáis empleado todo vuestro tiempo libre para hacer lo que más os gusta, para leer, pasear, disfrutar de más tiempo junto a la familia, para cocinar, para tomar el sol, para viajar o incluso para no hacer nada...
Hay que ver lo rápido que nos acostumbramos a lo bueno y lo que cuesta volver a la rutina. A mi este año me está costando un triunfo y es que descansar, lo que se dice descansar, no he descansado mucho. Tampoco he tenido buen tiempo de playa, que este año en el norte, más concretamente en Cantabria, el verano ha sido un poco desastroso, pero lo que si he hecho ha sido desconectar.
Y tanto he desconectado que me está costando Dios y ayuda volver a conectarme con la realidad. Pero no quería dejar pasar ni un minuto más sin escribir en el blog, que ya está bien no haber dicho ni "mu" en too el mes de agosto. Así que, y aprovechando que esta receta la tenía guardadita desde el año pasado en el cajón, os traigo un bizcocho que anuncia lo que se nos viene encima: el fin del verano y el comienzo del otoño, una estación preciosa pero que todos recibimos añorando los días de sol veraniegos.
Y os lo puede decir mi amiga Cristina del blog Un pedacito de cielo porque dio la casualidad que las dos, ya hace un año, coincidimos y ambas preparamos un bundt cake de higos, y que cuando lo vi en su Instagram, no pude resistirme a escribirla y contárselo... Aquí tenéis su bundt cake de higos que seguro que ya no os acordabais de él.
Total, que fui posponiendo su publicación y cuando me quise dar cuenta había pasado la temporada de higos, así que decidí esperar... y de hoy no pasa que sino, me veo como el septiembre pasado.
Este bundt cake además de contar con la mermelada de higos también lleva en su preparación dos ingredientes que a mi me parecen la mar de otoñales: la miel y los pistachos. No sé por qué, quizás por los colores que recuerdan a las mil y una tonalidades de las hojas de los árboles en esta estación.
Este bizcocho de color oscuro, es húmedo y está impregnado de sabor. Tanto la miel como el café expresso aportan mucha esponjosidad y jugosidad a la miga del bizcocho, tal y como se puede apreciar en las fotos y admite, además de la canela, especias como el jengibre o la nuez moscada.
INGREDIENTES
Para el bizcocho
- 220 gr. de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- ½ cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de canela
- 115 ml. de aceite vegetal
- 3 cucharadas de ron
- 340 gr. de miel
- 300 gr. de azúcar glacé
- ½ taza de pistachos
- 3 huevos tamaño L
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ½ taza de café expresso (frío)
Para la cobertura
- 225 gr. de queso crema
- 75 gr. de mantequilla (pomada)
- 150 gr. de azúcar glacé
- 1 cucharada de zumo de naranja
- 2 cucharaditas de ralladura de naranja
- 1 cucharadita de ron
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C. y engrasamos un molde de bundt cake.
Tamizamos los ingredientes secos. A continuación en un recipiente mezclamos la harina, la levadura, la sal y la canela. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el aceite, la miel, el azúcar glacé, los huevos batidos, la vainilla y el café expresso.
Batimos bien asegurándonos que los ingredientes se mezclan bien y la masa es homogénea. Una vez que estén perfectamente combinados, vertemos la masa en el molde previamente engrasado y horneamos durante unos 50 ó 60 minutos, o hasta que insertando un palito en el centro del bizcocho, éste salga limpio.
Dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos y desmoldamos sobre una rejilla para que el bizcocho se enfríe por completo.
Mientras se enfría el bizcocho, vamos a preparar la cobertura, para ello en el vaso de la batidora de pie ponemos a batir el queso crema con la mantequilla. Añadimos la ralladura y el zumo de naranja, el ron, la sal y el extracto de vainilla y batimos hasta que estén perfectamente integrados.
Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que la crema esté suave.
Colocamos el bizcocho en un plato o en un cake stand y cubrimos con la crema de queso. Decoramos con unos higos, ralladura de naranja y trocitos de pistachos.
Rico ¿verdad? Qué os parece si nos sentamos a merendar, y os sirvo un buen pedazo de bizcocho con una taza de café o té bien calientes. Vais a repetir casi seguro.
Os doy la bienvenida de nuevo a Cook the cake. Espero que muy pronto ya os tenga a todos por aquí como siempre y nos pongamos todos manos a la obra y preparemos nuevas recetas para esta nueva temporada otoño-invierno que se avecina.
Mientras tanto os dejo con este bundt cake para abrir boca, para recordaros que ya toca ponerse el delantal y encender el horno.
Y a los que todavía seguís de vacaciones o acabáis de empezarlas, os deseo un muy feliz descanso. ¡Disfrutad!