Cair
El destino siempre burlón , hizo que aquel día , mientras abría este vino para disfrutar de la comida, el telediario, o el parte si es RTVE , emitiesen la noticia, que los yankees estaban pensando en producir la segunda parte de Casablanca (1942), la maravillosa película de Michael Curtiz ; sé que no soy original diciendo que es una de mis películas favoritas, y que cada año, al menos una vez, me pierdo entre los bellos ojos de Ingrid Bergman, deseando que su mirada, como la de una hermosas Musa, se dirija a mí y me inspire talento, fuerza y arrogancia , y también por otro lado , maldiciendo mi suerte como hace Rick, ya que “of all the gin joints in all the towns in all the world, she walks into mine ”; puede que el amor en ocasiones deba ser como el de Casablanca , un imposible, una heroica rendición , o un sueño de apenas horas, como sucede en el escaso tiempo en el que Rick e Ilsa están solos en París, antes que los nazis invadan la ciudad, y llegue el gris de los uniformes alemanes , frente al azul de Ilsa .
No sigo que me pongo tierno, y no puede ser, pero , siendo un gran capullo, no negaré que les deseo lo peor a los que intenten retocar, rehacer, mancillar, colorear, modificar o simplemente plantearse una segunda parte , de una obra de arte como es Casablanca ; estoy convencido que en esta luchas, no estaré solo, y como le sucedía a Rick mientras bebía su bourbon , la puerta tras de mi siempre se abrirá con adecuado apoyo .