Revista Educación

Calidad educativa, ¿Es lo mismo que Excelencia educativa? Y ¿Perfección educativa?

Por Jorge Prioretti @priotty

En varias entradas desarrollamos una síntesis de nuestra teoría de inclusión multidimensional e integral en la cual todas ellas se aúna en la que llamamos: inclusión existencial.

Queremos, ahora, entrar al tema de calidad educativa. Y nos preguntamos, ¿Es lo mismo calidad educativa y excelencia educativa? ¿Por qué se rechaza el término de perfección educativa?

Hay un buen tema para debatir: ¿excelencia o calidad educativa? El término calidad nació del ámbito tecnológico. Un producto responde a estándares de calidad, es decir, garantiza que satisface las necesidades por lo cual fue hecho. Pero este término se fue incorporando a muchos ámbitos de nuestras vidas, hasta invadirnos, incluso a los servicios. La educación es un servicio y una vocación. Satisface una necesidad. Por tanto, es un término que se adecua más a lo inclusivo, a tener en cuenta lo que necesitan los educandos. El término excelencia es la cualidad o logro de alguien que llega casi a la perfección, medido a través de un patrón. Es un término, casi diría, exclusivo… Pero ¿la educación se mide por un patrón o molde externo para todos igual?, ¿o se mide por lo que es cada uno, con dignidad, puede alcanzar?, ¿la educación tiene en cuenta lo erudito o tiene en cuenta al educando?

Por otro lado, en el terreno personal, prefiero el término “educación excelente” que “excelencia educativa”. ¿Será quizás una cuestión semántica? Sin embargo, solemos decir: “Esta persona es un excelente padre, un excelente educando, una excelente persona”. Y este aspecto me parece válido. Por ahora me quedo con la siguiente definición, que abreva ambos conceptos: “Calidad educativa para lograr excelentes educandos (personas)”.[1]

Distingamos los pro y contra de cada término aplicado a la educación.

  1. Calidad educativa.

Como se dijo el “término calidad nació del ámbito tecnológico. Un producto responde a estándares de calidad cuando garantiza que satisface las necesidades por lo cual fue hecho.” Desde esta perspectiva parece no adecuado usarlo para la educación pero en la actualidad se aplica a muchos ámbitos incluso a la misma. De sobra decir, que la UNESCO publicó muchos documentos sobre calidad educativa (y no utiliza el término excelencia)

La calidad educativa no es un concepto estático, es una característica en la educación que indica adaptación, mejora, logro de metas a determinadas necesidades humanas y sociales.

  1. Excelencia educativa.

Por otro lado, la noción de excelencia se relaciona a las características sobresalientes de una persona o institución. El término señala aquello que permite resaltar la considerable calidad que convierte a un individuo o institución en merecedor de una estima y aprecio elevados. La excelencia indica “aquello que está por encima del resto y que posee escasas falencias o puntos débiles (perfecto)”. En el caso de los seres humanos, la excelencia hace mención a alguna capacidad o habilidad fuera de lo común o a un talento difícil de igualar[2].

Como vemos, los términos de alguna manera se entrelazan: calidad, excelencia y perfección. Se puede decir, además, que la excelencia no tiene límites. Siempre puedes buscar niveles más y más altos de excelencia. Lo que aceptamos como excelencia hoy, no será lo mismo mañana. Pero desde mi perspectiva, la excelencia se mide bajo cánones externos, es decir, la persona debe adecuarse a esos parámetros. Por eso afirmamos “su excelencia…”, “el excelentísimo…” haciendo referencia a personas destacadas que sobresale de los demás. ¿Pero qué pasa con aquellos que poseen algún problema en sus capacidades? ¿Cómo compaginamos la educación de excelencia con aquellos que necesitan una educación especial? Si esa excelencia la medimos con parámetros externos y generales en personas que somos seres únicos e irrepetibles, no sería lo correcto en educación.

Por otro lado, desde mi ámbito, cuando se afirma que tal colegio posee “una excelencia educativa” casi te puedo asegurar que no es un colegio inclusivo. Sin embargo, como se menciona en el artículo anterior” es un elogio cuando se afirma que tal estudiante es excelente, este profesional es excelente o aquella persona es excelente. Desde este punto de vista se habla bien de alguien en todos los aspectos al cual hace referencia.

  1. Perfección educativa.

Aquí distinguimos “perfeccionismo y perfección”. Perfección es “la acción de dejar algo acabado”, imposible de mejorar. Lo perfecto es lo que no tiene errores, defectos o falencias: se trata, por lo tanto, de algo que alcanzó el máximo nivel posible. Si bien esto es imposible y, por eso, este término es rechazado muchos educadores.

Por otro lado, y desde la perspectiva religiosa, se debe buscar ser humanamente perfectos[3] y según Swami Vivekananda: La educación es la manifestación de la perfección en el hombre”[4]. Nuestra existencia en la sociedad en que estamos insertos hace que la misma sea siempre un proceso, un horizonte que cuando creemos que llegamos lo seguimos divisando a la distancia.

El término de ser perfecto es de uso teológico. La palabra “perfecto” aparece 42 veces en el Nuevo Testamento y usualmente es traducida del griego “teleios”. El diccionario Strong lo define como “completo en el trabajo, crecimiento, carácter mental y moral, de edad madura.” He aquí otros ejemplos donde es usado “teleios”:

  • “Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad” (Juan 17:23).
  • “Así, todos los que somos perfectos, sintamos esto mismo” (Filipenses 3:15).
  • “Si alguno no ofende en palabras, es varón perfecto” (Santiago 3:2).

La palabra “perfecto” aparece unas 57 veces en el Antiguo Testamento y usualmente es traducida de la palabra hebrea “tamiym”, que el diccionario Strong define como “entero, integridad, verdad, sin mancha, completo, lleno, sinceramente, sano, sin tacha, recto, cabal, total.”

  • “Noé fue un varón justo y perfecto entre los de su tiempo” (Génesis 6:9).
  • “Yo Soy el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).

 Pero este concepto de perfección no es lo mismo que perfeccionismo. Enseñar desde el perfeccionismo es un error.

  • El perfeccionismo siempre busca lo inalcanzable.
  • El perfeccionismo es limitado.
  • El perfeccionismo es programado.
  • El perfeccionismo implica que nunca se es lo suficientemente bueno.
  • El perfeccionismo fomenta la procrastinación, es decir, se acaban retrasando actividades o situaciones que son prioritarias por otras menos relevantes.
  • El perfeccionismo teme el error y el fracaso.
  • El perfeccionismo conlleva ser codicioso y envidioso.
  • El perfeccionismo relega a un segundo plano lo ético y lo moral.
  • El perfeccionismo fomenta el individualismo.
  • El perfeccionismo no reconoce las limitaciones de uno mismo.
  • El perfeccionismo mina la autoestima.
  • El perfeccionismo prima el resultado.[5]

Estos últimos ítems fue tomado de Santiago Moll, en su sitio “Justifica tu respuesta”. En su artículo sobre ¿Por qué como docente enseñas la perfección en lugar de la excelencia?” El autor utiliza el término perfección lo que para mí es perfeccionismo y excelencia lo que para mí es calidad educativa.

Esto lleva a otro tema de tipo cultural, es decir, de nuestro entorno histórico cultural diferente lleva a que le demos distinto alcance a los términos.

Pero mi fundamento es el siguiente y sintetizando:

  • Calidad educativa si bien nace en un entorno tecnológico fue apropiado por muchos ámbitos incluyendo el educativo ya que se adecua a las necesidades a quien se le brinda este servicio educativo. No por algo es utilizado por la UNESCO en sus documentos sobre educación.
  • La excelencia da a entender que mira más a alcanzar niveles elevados de aprendizaje. Si ese nivel elevado considera al educando como ser único e irrepetible, con sus necesidades, cualidades y capacidad. ¡De acuerdo!
  • El perfeccionismo es un error ya que te roba tiempo y energía. Te obliga a buscar metas inalcanzables, porque no importa lo que hagas, nada es suficientemente bueno. En la búsqueda de lo perfecto, niegas ver las cosas como son, e insistes en vivir una ilusión que no existe, fuera de tu alcance.

Concluyendo.

Pero, hablemos de calidad. La calidad se entrelaza, de alguna manra, con la perfección y la excelencia pero difiere en algo esencial: “se adecua a la realidad de la persona”, porque lo propio de la misma es satisfacer necesidades porque parte desde la persona: sus capacidades, su vocación, su cultura, su adaptación a la sociedad y al ámbito laboral, entre otros. En educación, el educando no se adapta a cánones educativos externos de excelencia sino que la educación se adapta a la persona. En este caso, la calidad es tener en cuenta a la persona, su entorno cultural y su vocación y sus capacidades: por ejemplo, inteligencia múltiple, entre otras.

Dos pilares básicos al hablar de calidad educativa son la eficacia y la eficiencia.

¿Qué tiene en cuenta estos pilares? En primer lugar, vivimos en una sociedad cuya principal característica es el cambio y los permanentes procesos de transformación.

La escuela forma parte de esa sociedad; por ello está afectada por los cambios sociales, económicos y culturales del medio o entorno en el que se encuentra.

Es por esto, que debe adaptarse de forma inteligente a su entorno cambiante y reflexionar de forma permanente sobre la calidad del servicio educativo que presta a la sociedad:

En el campo del conocimiento es preciso una revisión permanente ante la caducidad de los mismos;

  • Surgen nuevos conocimientos y destrezas en la búsqueda y tratamiento de la información, con la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación;
  • La formación en valores es un reto permanente, cuya importancia se acrecienta con la apertura hacia una sociedad cada vez más intercultural;
  • En las relaciones familia-escuela-sociedad; en el campo laboral; en la continua revolución en el ámbito de la pedagogía, de la metodología y de la organización; etc.

La calidad educativa abarca dos aspectos:

  • Promueve el progreso de los estudiantes desde lo intelectual, social, moral, emocional y vocacional, entre otros, teniendo en cuenta su nivel socioeconómico, su medio familiar y su aprendizaje previo.
  • Y como dijimos antes, adaptarse de forma inteligente a su entorno cambiante y reflexionar de forma permanente sobre la calidad del servicio educativo que presta a la sociedad en las relaciones familia-escuela-sociedad; en el campo laboral; en la continua revolución en el ámbito de la pedagogía, de la metodología y de la organización.
[1] Texto de mi autoría publicado en el Diario La Capital y en el Diario El Litoral.
[2] Ver excelencia en http://definicion.de/?s=excelencia.
[3] Mateo 5:48. http://www.hallvworthington.com/getverses.php?search=Matthew%205:48;&version=151;
[4] Swami Vivekananda , http://akifrases.com/frase/200652.
[5] Justifica tu respuesta, http://justificaturespuesta.com/por-que-como-docente-ensenas-la-perfeccion-en-lugar-de-la-excelencia/

mafalda


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