Revista Coaching

Cambia tu actitud productiva. Piensa en positivo

Por Elgachupas

Cambia tu actitud productiva. Piensa en positivo

Este es un artículo invitado de David Torné, autor del blog David Torné 2.0. Síguelo en Twitter: @davidtorne

Mantener una actitud positiva en el trabajo, con sus problemas y desafíos, es vital para potenciar nuestra productividad. Muchas veces, cuando entramos en un espiral de conflictos de compleja resolución, lo empezamos a ver todo negro. Pasamos a pensar en negativo.

Nuestros primeros pensamientos pasan de estar relacionados con la possible solución, a ir de la mano de las sensaciones generadas por el conflicto. Primero aparece la duda, después el pesimismo, los pensamientos negativos, y finalmente el bloqueo. Expresiones como “No sé cómo resolverlo”, “Por qué me pasa a mí eso” sustituyen el “cómo lo puedo solucionar”. Reducen nuestra capacidad de respuesta, nuestra asertividad, y acentúan la reacción adversa en caso de recibir más inputs negativos. 

Las siguientes líneas sirven para presentar algunos recursos a tener en cuenta para ayudarnos a cambiar nuestra actitud en estas situaciones. Tened en cuenta que no se pueden reconducir bruscamente. No podemos resetear y volver a empezar, se tienen que dar pequeños pasos para poner en marcha un cambio gradual. Si lo conseguimos, volveremos al camino de la productividad y la creatividad, lo que nos llevará a disfrutar con nuestro trabajo de nuevo.



PARADA DE PENSAMIENTO. Necesitamos parar el torrente de ideas negativas. Lo más efectivo – como mínimo en mi caso- es evadirnos durante un momento. Take a break. Hagamos un cambio de entorno, vayamos a tomar un café, o demos un paseo por la calle. Despejémonos. Si no tienes la posibilidad de abandonar su puesto de trabajo puedes utilizar alguna técnica sustitutiva, por ejemplo hacer algo que te haga sentir bien, yo llevo un reproductor mp3 y me voy al baño durante unos 10 minutos para escuchar un par de canciones, o en el mismo puesto de trabajo me pongo a escribir sobre los próximos post que estoy preparando o sobre algún asunto pendiente… Creedme funciona.

DESTERREMOS EL ‘NO PUEDO’. Una vez resteado nuestro pesimismo, empecemos a pensar en positivo. Siempre hay una solución. Puede no ser inmediata, pero existe. En mi trabajo como programador me encuentro problemas tipo callejón sin salida, por motivos de cambios en el entorno, utilizar una tecnología obsoleta que no tienen una salida aparente. Me he dado cuenta que muchas veces se solucionan creando una alternativa en lugar de aplicar una corrección. Creamos una funcionalidad que reemplace la existente. Siempre hay una solución – un SI – aunque para encontrarla quizás tengamos que caminar en una dirección distinta.

MANTENER ACTITUD POSITIVA. Al encontrar la solución a un problema ganamos en autoconfianza y nos satisface. Visualizamos las sensaciones que nos aporta ese éxito. Respondamos a porque vale la pena pasarlo mal, nos motivaremos fijándonos la meta a donde queremos llegar. Mantener una actitud positiva nos ayudará a eliminar el desánimo, y el desgaste que crea.

RECORDEMOS ÉXITOS ANTERIORES. Recuperemos todas las situaciones difíciles que hemos vivido y hemos acabado solucionando. Extraigamos información de cómo se afrontaron errores pasados y aprendamos de ellas. No tropezamos con la misma piedra a la hora de gestionar la situación. Revivir las sensaciones de estas pequeñas victorias nos ayudará a motivarnos y ganar confianza en nosotros mismos.
 

BUSCAR APOYO. A menudo las situaciones complicadas terminan en bloqueo. Para romper el estancamiento y continuar, debemos apoyarnos con soportes cercanos y efectivos. El primero de todos, nuestros compañeros. Con su experiencia y perspectiva sobre el trabajo, seguro que nos darán un punto de vista diferente para permitirnos progresar.

Podemos recurrir a personas de confianza que a pesar de no tener conocimiento material de la situación nos pueden orientar como llevar el tema – como actual, como gestionarla – o al menos escucharnos. A veces es suficiente hablar del problema, marcando un punto y aparte en el trabajo, para calmarnos y mejorar nuestro estado. Pedir ayuda no tiene nada de malo, recuerda que no puedes solucionar todo tú solo. 


NOSOTROS SOMOS PARTE ACTIVA DE LA SOLUCIÓN. Ya sea buscándola, delegando el tema, buscando la respuesta en terceras personas, negociando con el emisor del problema… la solución pasa por nosotros. El hecho de ser decisivo debe hacernos entender que no nos podemos inhibir, ni posponerlo, nos ha motivar para ponernos a trabajar. Cuanto antes empecemos a buscar la solución antes la encontraremos. En una palabra proactividad. 

Nuestro objetivo debe ser recuperar una dinámica de trabajo óptimo para rendir al máximo, pero sin olvidar que no se trata de una cuestión de vida o muerte (por urgente que sea el trabajo). Sólo son unas medidas para no perder el control y evitar ir a parar a un callejón sin salida. Si has vivido alguna situación de bloqueo productivo, o tienes un trabajo proclive a los momentos de tensión y estrés cuéntanos como los superas, o simplemente comparte tu experiencia. 

Sobre el autor:

David no se considera un experto en productividad personal, ni en GTD. Como tú, busca la forma más eficiente de hacer las cosas y de organizar su vida. En su blog, David Torné 2.0, encontrarás información sobre todo lo que ha aprendido sobre productividad, hábitos, desarrollo y el sistema GTD. También puedes seguir sus fantásticas aportaciones a la productividad en Twitter: @davidtorne.

Foto por urbanmkr (via Flickr)
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