Revista Cine

Campeones

Publicado el 17 abril 2018 por Pablito

Decir que Javier Fesser es un director comprometido es constatar una evidencia. Ya no sólo por la temática de algunos de sus trabajos, sino por el tiempo que emplea en sacar adelante cada una de sus películas -una media de 5 años-, lo que revela el carácter perfeccionista del cineasta. Como buen director Fesser se lanza siempre a la construcción de la película perfecta y con Campeones (2018), su mejor proyecto hasta la fecha, lo ha conseguido. Aunque en su carrera hay películas extraordinarias -como Camino, ese brutal retrato del fanatismo religioso, o Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo (2014), la mejor película animada española de la historia que capturaba de forma impecable el espíritu de los míticos personajes de Ibáñez-, lo cierto es que es con Campeones cuando se puede hablar de la primera obra maestra de la fulgurante y prodigiosa carrera del director madrileño. Estamos ante un triunfo absoluto firmado por uno de los creadores más originales e indómitos de nuestro cine, que ha rodado siempre lo que le ha dado la gana sin perder nunca su esencia ni su peculiar sentido del humor. A continuación pasamos a desgranar las razones que hacen de Campeones una película imprescindible que, por sus valores y buenas intenciones, debería ser obligatoria en todos los colegios y centros educativos del mundo. 

Campeones

A partir de la historia de un entrenador de baloncesto profesional que debido a una infracción grave de tráfico comienza a dar clases a un grupo de personas con discapacidad intelectual, se construye una historia que es toda una lección de humanidad en sí misma. A menudo afloran en las carteleras películas diseñadas para que el espectador se sienta bien al salir del cine, reconfortado por lo que acaba de ver. Con ganas, incluso, de abrazar a sus seres queridos. El problema es que muchas de esas películas se construyen en base a trucos mil veces vistos, situaciones que bordean y, en muchos casos, atraviesan el peligroso umbral de la cursilería. Producciones, en su gran mayoría, a la que se le ven los pespuntes. Lo que hace diferente a Campeones es prescindir de todo eso y mostrarse diferente, natural. No hay un ápice de trampa ni cartón en un largometraje que evita en todo momento la lágrima fácil en la que fácilmente podría haber concurrido una película de este tipo, cuyo tema central es la necesidad de empezar a tratar a las personas discapacitadas con la dignidad y el respeto que se merecen. Son precisamente estos valores, los de la dignidad y el respeto -tan en decadencia en la actualidad- los que pone sobre la mesa esta película, que no le tiembla el pulso en hacer un llamamiento a la no discriminación y a manifestar que no hay peor discapacidad que el ego y la mala educación. 

Lo más importante de Campeones, más allá de sus excelsas virtudes técnicas y cinematográficas, es que tiene la fuerza suficiente para que el gran público cambie la percepción que tiene sobre el colectivo que retrata y sobre el que arroja en todo momento una mirada de empatía, incluso de admiración. -son ellos los que principalmente terminan enseñando a su profesor, y no al revés-. Estamos hablando de un colectivo al que pocas veces el cine se ha aproximado, pero que en esta ocasión Fesser lo hace de forma inmejorable. Lo más difícil de esta producción de TVE y Movistar -que en su estreno logró destronar del número 1 de taquilla en España a Ready Player One, de Steven Spielberg- era encontrar el tono con el que enfrentarse a ella. Una tarea complicada que Fesser resuelve mezclando ternura con humor, los dos ingredientes principales con los que está cocinada la película. A las escenas de comicidad aplastante se suman otras profundamente emotivas -la conversación final en la playa, ese abrazo bajo la ducha-, logrando una conjunción que hace de Campeones una película que mezcla todo tipo de emociones. Y todas buenas.

Campeones

No hay más que dar las gracias por el estreno de una película que nos ayuda a ser mejores personas al mismo tiempo que nos recuerda lo mezquino que puede llegar a ser el ser humano. Y todo sin moralismos de manual ni escenas forzadas: Campeones destaca por su frescura, por su cúmulo de situaciones que parecen extraídas de la más estricta realidad a través de personajes con los que el espectador no tarda en encariñarse y a los que el director trata con una humanidad aplastante. La película fluye de forma prodigiosa, manteniendo el tono y el ritmo en todo momento, sin situaciones innecesarias ni tramos muertos, y se digiere mejor aún. Con algún que otro dardo social -la falta de financiación a los centros sociales y a las actividades que pueden desempeñar estas personas, los comentarios despectivos a los que a menudo tienen que enfrentarse…-, gran parte del éxito del film reside en su protagonista un Javier Gutiérrez de nuevo descomunal y al talento de 10 personas que, sin ser actores, logran transmitir la emoción y la verdad por la que mataría hasta el actor más profesional. Una película inolvidable. 


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Pablito 4877 veces
compartido
ver su perfil
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas