Aunque los Campos de Calatrava quedan lo suficientemente cerca de Madrid como para ir y volver en el día, disponía de tres noches de Paradores gratis y que mejor manera que utilizarlas con mi familia, así que buscando como alojamiento el parador de Manzanares una preciosa finca de estilo manchego, mi marido y yo nos juntamos allí con nuestros hijos, sus contrarios y los dos peques.
Manzanares es un pueblo manchego, con un bonito casco histórico. El gran teatro, la iglesia de la Asunción y la ermita de la Vera Cruz, son otros de los monumentos que se puden ver en Manzanares.
Otro de los atractivos es el castillo Pilas Bonas. Dicen que es más viejo que la propia ciudad. En el castillo se encuentra ahora un hotel y un restaurante y decidimos comer en él para que la "pinsesa Ssssofía" tuviese su castillo aunque sólo fuese por un día.
La elección fue un acierto, porque los platos que degustamos fueron todos excelentes, unas estupendas migas del pastor, berenjens fritas con miel, milhojas de manzana gratinadas, brocheta de rape y langostinos.... ¡ummmmm!
Y el dueño tuvo la amabilidad de enseñarme otras dependencias.
A pocos kilómetros de Manzanares, se encuentra Almagro, otro pueblo cuya hermosa Plaza Mayor y su teatro de comedias del siglo XVII merecen una visita por si solos. Tampoco tenemos que olvidar de la variada gastronomía que se puede degustar en los numerosos restaurantes y tabernas que hay allí. Y su preciosos manteles, paños y lencería de encaje de bolillos.
Y ya que estabamos en la zona, hacer una de las rutas de las Tablas de Daimiel era obligado. Las Tablas es uno de los humedales más importantes de España, y está formando en la confluencia del Guadiana y su afluente el Cigüela.
Nos quedó pendiente para otro día acercarnos a las Lagunas de Ruidera, pero viajando con una peque que entonces no había cumplido todavía los dos años, y un bebé, puedo decir que el viaje dió más de si de lo que pensaba. Pasar un fin de semana con los mios me hizo especialmente feliz, y para aquellos que se animen os dejo una receta de las Flores manchegas, un dulce típico de la Semana Santa en esta zona. Las flores manchegas necesitan un molde especial para hacerlas.
La receta la tenía copiada desde hacía tiempo, pero no se de donde la saqué. La foto se la hice a las del bufet del parador.
Imágen de Internet para que podáis ver como es el molde
Ingredientes:
1 huevo tamaño 300 ml. de leche
175 g. de harina
Azúcar para espolvorear
Aceite para freir
Elaboración:
Se mezclan todos los ingredientes de la masa en un bol estrecho. Se calienta el aceite en un recipiente hondo y metemos el molde dentro de él. cuando el molde esté caliente se saca, se sacude y se mete en la masa, procurando que queden unos milímetros antes de llegar al borde de la forma de flor.
Sacar, escurrir y meter en el aceite. Sacudir de arriba a abajo dentro del aceite hasta que se suelte la flor , una vez que la ha soltadola empujamos dentro del aceite para que se dore y la sacamos con una espumadera.
Dejamos escurrir sobre papel de cocina y repetimos la operación con la siguiente flor. Cuandos las flores estén templadas o frias las pasamos por el azúcar y las servimos en una fuente.
Bon Appétit