El cáncer de piel es poco frecuente en niños, pero nadie está a salvo del cáncer de piel porque la dermis tiene memoria. Esto quiere decir que las quemaduras solares se acumulan en la piel. Los últimos estudios sobre la incidencia de melanoma o cáncer de piel indican que los niños han sufrido más de tres quemaduras solares en la misma zona lo que significa un aumento de posibilidades de padecer cáncer de piel. El cáncer de piel es más común en las personas de piel clara que tienen el cabello rubio o rojo y los ojos claros. Los factores de riesgo son los siguientes:
- El historial médico de la familia (a veces uno de los miembros puede haber padecido de cáncer de piel.
- El tiempo de exposición al sol.
- Las quemaduras solares en la primera infancia. Tener muchas pecas o muchos lunares (más de 50).
¿Qué debemos observar en un lunar o en una mancha que puede ser cáncer de piel? En general, todos los lunares van a ser benignos, para asegurarnos se puede utilizar la regla del A, B, C, D y E. En base a los siguientes signos, los padres pueden saber si el lunar o lunares del niño precisan atención médica.
LA REGLA DEL A B C D y E DE LOS LUNARES DE LOS NIÑOS. Para descartar un posible cáncer de piel al observar una lesión pigmentada o un lunar en la piel, es preciso observar detenidamente una serie de características que van a determinar la normalidad o anormalidad. A, de asimetría. Los lunares son manchas pigmentadas de la piel que generalmente tienen forma redondeada. Observar algún signo de asimetría puede levantar sospechas. B, de bordes irregulares. Tienen bordes redondeados, mientras que los que pueden ser cancerígenos tienen unos bordes angulosos, que se extienden más por una zona que por otra. C, de color. El color puede ser símbolo de alerta. Un color uniforme indica normalidad. D, de diámetro. Mayor de 0,5 cm puede resultar sospechoso. Es preciso mirar ese lunar con mayor atención porque puede haber debajo de él un cáncer de piel. E, de elevación. La elevación suele ser un signo de normalidad, excepto cuando hay un pequeño relieve que se palpa y no sólo se ve.
Cualquiera de estos signos se debe consultar con el dermatólogo. No son por si mismos signos irrefutables de malignidad, pero sí son un símbolo. Además de comprobar los posibles daños del sol en los niños, puedes empezar por ti, realizando un autoexamen de la piel. Aquí te explicamos cómo:
CÓMO REALIZAR EL AUTOEXAMEN DE LA PIEL. 1. Examina la parte frontal y posterior de tu cuerpo, luego el lado derecho y el izquierdo con los brazos elevados.2. Dobla los codos y mírate cuidadosamente los antebrazos, la parte posterior y superior de los brazos y la palma de las manos.Mírate la parte posterior de las piernas y los pies, los espacios entre los dedos de los pies y la planta de los pies.
Examina con un espejo de mano la parte posterior del cuello y el cuero cabelludo.3. Examina con un espejo de mano la espalda y los glúteos.
Familiarizarte con su piel y con el patrón de lunares, pecas y otras marcas.4. Mantente alerta a los cambios en el número, tamaño, forma y color de las áreas pigmentadas.
5. Sigue la tabla ABCDE cuando examines los lunares de otras áreas pigmentadas y consulta rápidamente a tu médico si notas algún cambio.