Bodega: Domaine Casot des Mailloles
Vin de Table de France (sin DO)
Variedades: Mourvèdre, Carignan-muscat, Garnacha gris y roja
Alcohol: 13º
Precio aproximado: 21 euros (en Can Cisa)
Banyuls, al otro lado de la frontera hispano-francesa (apenas 6 km la separan del Empordà), es una AOC conocida por sus vinos fortificados, tipo Oporto, ideales como aperitivo o postre. Allí la mayoría de los viñedos están situados en laderas escarpadas, con pequeñas terrazas amuralladas (luego entenderéis porqué), que necesitan una ingente cantidad de trabajo manual. El suelo es casi negro, sin apenas vegetación, de esquisto (roca formada por minerales laminares, como la mica, la clorita, el talco, el grafito y otros). Los pequeños muros construidos con estas piedras impiden que la tierra sea arrastrada por la lluvia, y necesitan reparación constante año tras año. ¿Complicado hacer vino aquí? Si le sumamos que las colinas están sometidas a la Tramontana durante más de 100 días al año, ese viento procedente de los Pirineos que todo lo puede, desde luego no parece fácil. Añadimos muchas horas de sol, y poca lluvia.
Pues aquí se instaló, hace casi 20 años, la pareja formada por Alain y Ghislaine Castex. El, un viticultor con 15 años de experiencia previa en Corbières, ella, una parisina enamorada del sur de Francia, donde se estableció con sus dos hijos. Y en estas colinas empezaron a hacer vinos, en la finca más pequeña de Banyuls por superficie, apenas 4 hectáreas. Trabajan la tierra ellos mismos, con un pico (utilizar tractores en estas colinas es una quimera), sin usar herbicidas y sólo con fertilizantes orgánicos, siguiendo los principios de la agricultura ecológica, que les ayudan a sobrellevar la progresiva desertización de la zona.
No añaden sulfitos, hacen la vendimia a mano, seleccionando la uva en la viña, y con un rendimiento muy inferior al resto de bodegas de la zona (10 hectolitros por hectárea, contra 20 que obtiene el resto).
Todo el proceso de vinificación se hace en un antiguo taller Citroen, el mejor lugar que pudieron encontrar 15 días antes de su primera vendimia. Los vinos envejecen en barricas de roble, y no se clarifican ni filtran antes de su embotellado.
Por cierto…un “Casot” es una cabaña de piedra, construida en las colinas para refugiarse de las inclemencias del tiempo.
Desde el año 2006, se hicieron cargo de una hectárea de viñedos en la planicie, donde las condiciones de cultivo son más fáciles, pero donde siguen aplicando los mismos principios. Aquí elaboran vinos tintos, blancos y rosados más fáciles de domesticar, como una puerta de entrada al Domaine Casot.
Y es en esta planicie donde nace Canta Mañana 2012, curioso nombre para uno de los mejores vinos rosados que hemos probado nunca, original y distinto como pocos. Es un vino complejo y elegante, con un embrujador aroma a rosas, a fruta roja dulce, muy destacado y potente. Es fresco y de entrada fácil, sugerente, invita a seguir disfrutando de la copa, aguanta bien incluso con quesos fuertes, es muy sabroso y deja un agradable gusto en la boca, persistente.
El único inconveniente, el precio, pero visto dónde y cómo se produce, es más que justificable, no?
Las fotos del Domaine Casot son de aquí y de aquí, las del vino son nuestras…