Una pareja de carbonero común Parus major ha elegido como emplazamiento de su nido el hueco que deja un cajetín de la aparamenta eléctrica del polígono industrial de Maqua. No debe extrañarnos, esta es una especie muy adaptable capaz de ocupar y aprovechar cualquier hueco que encuentre. A la hora de ocupar las cajas nido es el primer candidato.
Lo primero que podemos captar es la diferenciación morfológica entre el macho y la hembra de carbonero, el primero presenta la banda negra del pecho más ancha y llamativa.
Ambos padres andan muy ajetreados entrando y saliendo del nido para alimentar a sus insaciables hijos, que constantemente este solicitando comida.
A lo largo del día cada uno de los padres accede al nido entre 10 y 15 veces a la hora, en ocasiones ambos coinciden, antes de entrar, dejen salir...
En la imagen anterior se ve como la hembra llega con ceba y el macho sale sin nada, pero no siempre es así, en ocasiones el carbonero sale del nido con carga, ya que es necesario evacuar las bolsas fecales que los pollos van dejando para mantener el nido lo más limpio posible.
Los pollos de carbonero tardan unas tres semanas en salir del nido, oscilando arriba y abajo dependiendo de las condiciones climatológicas, y dependen unos cuantos días más del cuidado de sus padres. En ocasiones las parejas más osadas intentan una segunda puesta.