La Caridad es una de las tres virtudes teologales, por Caridad se ama a Dios sobre todas las cosas y por Él al prójimo.
Por Caridad, para obtener beneficios para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) el pasado 25 de marzo en Jaén, Diego Ventura, Enrique Ponce, Curro Díaz, “El Fandi”, Cayetano, el novillero Daniel Crespo y el becerrista Fernández Ríos se jugaron la vida ante novillos de Parladé y un eral de SanchoDávila. Poco importa el resultado artístico, los importante es que unos cuantos miles de aficionados a la Tauromaquia respondimos y de nuestros bolsillos dimos un donativo a modo de entrada.
Este sábado otra vez un festival, en este caso para “luchar” contra el cáncer infantil, en concreto para ayudar al niño José David Marco.
En el tentadero “La Paz”, en Náquera (Valencia), un Torero, Javier López, “El Javi”, nos ha dado un ejemplo a todos de lo que es la verdadera Caridad. Lo primero el gesto, además de torear desinteresadamente regalaba tres novillos de su ganadería, Cortijoloyvi.
Luego una verdadera demostración de vergüenza torera, salió como si en una plaza “de primera” estuviese, novillo complicado el primero, en un trance le golpeó el rosto, siguió como si nada. Más complicado fue el segundo que le echó mano feamente, tuvo que ser atendido por los galenos. “El Javi” ya lo había dado todo, además de agotar el papel en “La Paz”, objetivo del festival: ayudar a un niño.
Entonces dio una lección de la que muchos deberían tomar nota. “El Javi”, aquel prometedor becerrita que tantas tardes de gloria nos dio a la afición de la Plaza de Valencia, ese novillero al que una fea cornada, una gravísima lesión de rodilla y un accidente de tráfico casi le quitan de esto, ese torero que volvió para tomar la alternativa como si el tiempo no hubiese pasado, “EL Javi”, en un festival en Náquera, se levantó maltrecho de la camilla y se hincó de rodillas para recibir al tercero en la puerta de chiqueros.
Que tomen nota quienes hacen gala de su “Caritas” de lo que hace el mundo de toro por los demás. Y que tome nota el propio mundo de toro de cuales son sus valores. El máximo exponente del Amor de los Amores es que Él mismo se dejó matar por los demás, eso hizo “El Javi” ¡un torero!