Por ejemplo, si hemos comprado unos pimientos ya hace días y aún no los hemos utilizado, una buena opción es trocearlos y guardarlos en el congelador dentro de una bolsa. Así, cuando queramos hacer un sofrito con pimiento, tan sólo tenemos que sacar la bolsa y añadir a la sartén el necesario!
Cualquier guiso o potaje puede ser congelado en raciones individuales, y nos facilitará mucho la labor si comemos en el trabajo de "tupper" ya que el día que nos apetezca, nos lo llevamos y a la hora de comer lo calentamos.
El puré de verduras de los peques... Recuerdo que cuando hacía el puré para Ana, hacía una olla grande y luego lo dividía en raciones y lo congelaba en bolsitas. El día antes siempre sacaba una a la nevera, para que se descongelase despacito, y el mismo día lo calentaba, le añadía la carne o el pescado previamente cocinados a la plancha o al vapor y un chorrito de aceite y lo volvía a triturar todo. ¡Y estaba tan rico! Ana se lo zampaba que daba gusto verla... (Ya pondré un post sobre esto con más detalle, que seguro que os puede ayudar a las mamás con bebés chiquitos).
En fin, en este caso, hoy reciclamos un poco de carne guisada (también vale la del cocido o la que usamos para hacer un caldo) la disfrazamos un poquito y voilá! Tenemos un plato muy rico hecho con la salsa bechamel que os comenté en un post anterior.
CARNE ENVUELTA EN BECHAMEL
Ingredientes:
- Carne guisada o cocida
- Bechamel (ver receta aquí)
- Huevo
- Pan rallado
- Aceite de oliva (para freír)
Elaboración:
- Comenzamos montando los "paquetitos de carne" Para ello, en una fuente plana ponemos una cucharada generosa de bechamel caliente, y sobre ella, el trozo de carne que vamos a envolver. Repetimos la operación con todos los trozos (ver imagen del montaje:)
- A continuación, cubrimos cada trocito con una nueva cucharada de bechamel caliente y dejamos enfriar.
- Una vez estén fríos, la bechamel habrá cuajado y procedemos a empanar los "paquetitos". Para ello, batimos un huevo en un plato hondo y rebozamos la carne envuelta por todos los lados, hasta que quede bien cubierta. A continuación la pasamos a otro plato hondo con pan rallado, y lo cubrimos bien. Dejamos reposar la carne envuelta y empanada unos minutos.
- Por último freímos en abundante aceite caliente hasta que quede doradita.
- Dejamos escurrir en una fuente con papel de cocina para que suelte el exceso de aceite.
A tener en cuenta: Para realizar este plato, la bechamel debe estar caliente, por lo que si la habíamos hecho previamente y se ha enfriado, es preciso calentarla de nuevo. La consistencia debe ser espesa, como para hacer croquetas.
No me digáis que no es fácil y "apañao". ¿Y vosotros, hacéis alguna receta de "reciclaje" que os guste mucho?
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