Carta de despedida al Ministro Wert

Querido Wert: 
Estoy seguro que te gustaría ser recordado como alguien inteligente, sensato y competente que se dejó la piel en su cargo de Ministro de Cultura, Deportes y Educación. Siento decirte que no será así. En contra de tus deseos, serás recordado como un político mediocre, inepto y sumamente inútil en el seno de un partido podrido de arriba abajo por la corrupción. Serás recordado como el hombre que provocó el mayor incremento de tasas universitarias de nuestra historia reciente, convirtiendo un derecho tan básico como la Educación en algo sólo accesible para unos pocos.

Serás recordado como el esperpento que pidió “españolizar a los niños catalanes”, con la consiguiente carga de odio y falta de respeto que eso lleva implícita. Serás recordado como alguien que destrozó la educación pública con la nociva LOMCE, una reforma educativa que equipara la Religión a las Matemáticas o la Lengua en un país aconfesional y que provocó, entre otras calamidades, un despido masivo de profesores e interinos, así como la supresión de las clases de apoyo o el aumento de alumnos por aula.

Serás recordado, querido Wert, como el hombre que convirtió la cultura en un bien de lujo, haciéndola inaccesible a muchos ciudadanos. Y todo para hacer de España un pueblo más inculto, dócil, maleable. Un pueblo, en definitiva, más fácil de manejar.

Serás recordado como el Ministro que provocó la mayor subida del IVA Cultural de toda Europa con ese demoledor 21%, con devastadoras consecuencias en los espectáculos y empresas culturales y, en general, en todo un sector que es la base del progreso de cualquier sociedad civilizada. Los profesionales del cine, teatro y de la música te suplicaron por activa y por pasiva un poco de piedad, un poco de sensibilidad con un sector que ha hecho más por la Marca España que el PP en todos sus años de gobierno. ¡Ingenuos! Pedían sensibilidad a alguien con menos sensibilidad que una piedra. Podías decir y hacer todos los disparates que quisieras: nadie en tu partido te pedía explicaciones, tenías carta blanca para cometer tropelías sin castigo: con la total complicidad de Rajoy y el resto de tus infames secuaces.

Serás recordado, en definitiva, como el mayor hazmerreír de la política española en los últimos años. Te vas por la puerta de atrás, con el rabo entre las piernas, porque además de inculto, eres un cobarde.

Adiós, Wert. Me despido de ti no sin antes pedirte que felicites de mi parte a la que dentro de poco será tu flamante esposa. Dile que contigo se ha llevado una joya. Y que tiene muy buen gusto.
Hasta nunca.