Retrocedamos en el tiempo, Sitges 2010....
Como es de todos sabido, Facebook es la herramienta de comunicación en la red de redes con más uso a nivel mundial. Ello significa que el espectro de usos puede ir desde charlar con tus amigos a actividades más sórdidas por parte de simples contactos y en parte de esta idea se nutre la ópera prima de Henry Joost y Ariel Schulman. Alabada como una gran obra por otros, menospreciada por otros, cabe reconocer que indiferente en menor o mayor grado no deja, ya sea por la historieta o por la evolución del argumento.
La cinta, grabada a modo de pseudocumental nos presenta a Nev, un joven fotógrafo que entabla amistad con una niña que le pide permiso para tomar como inspiración una de sus fotografías y hacer un cuadro con ella. Al ver el resultado, entablan una amistad vía Facebook a la par que él irá agregando entre sus contactos a los padres y a Megan, la preciosa hermana mayor de ella, de la que tras flirteros y conversaciones varias se acabará enamorando.Tras varias mentiras de Megan, los dos directores convencen a Nev para ir juntos a la casa de la familia, y lo por Facebook parece maravilloso dista de serlo en la vida real.
Sin querer spoilear demasiado, Catfish fue presentada como un documental con aires de thriller y es más bien ficción con ligera reflexión la mente humana. Es comprensible la actitud de cierto personaje principal, que por la frustración tomará ciertas decisiones equivocadas aunque por otro lado no es justificable. Si os decidís a verla, encontraréis una película diferente por su argumento pero que por su presupuesto ajustado acaba siendo bastante limitada en su conjunto.
Saludos en diferido :)