Revista Vino
Vinícola Franco Italiano; Censurato; Reserva Cabernet Sauvignon 2008; 13% Grad. Alc; Colombo, Curitiba, Paraná, Brasil.
Si el Sincronia de la misma casa sorprendió, este Censurato llegó más lejos todavía. Cris mencionaba que le recordaba al Casillero del Diablo, aunque suene a blasfemia para algún lector chileno, comentario quizá sesgado por su corazón verde amarillo; la verdad es que este vino de RS25 ($15) sorprendió y mucho.
Algo de historia:
En el año de 1878 llegaron a Colombo como inmigrantes la familia francesa Rausis, y la familia italiana Ceccon, y con ellos sus costumbres por cultivar parras, para la elaboración de vinos, naciendo posteriormente, con sus descendientes la Vinícola Franco Italiano.
Una Medalla de Plata con su respectivo diploma enmarcado adorna la sala donde reciben a sus visitantes con degustaciones de sus vinos y espumantes, y es que, esta marca Censurato ya fue premiado, su cabernet sauvignon cosecha 2005 recibió en el 2008 Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Vinhos do Brasil; la cosecha 2007 de la misma cepa (sólo tienen esa cepa en esa marca) recibió la Medalla de Plata en el mismo concurso edición 2010 y en el Concours Mondial de Bruxelles 2009.
Primero un detalle: generalmente cuando nos hacemos de algunas botellas no las consumimos en el acto, las dejamos descansar (de forma horizontal) del ajetreo desde la vinoteca hasta la casa o (con mayor razón) cuando son compradas en el extranjero. Este sábado último visitamos la pequeña y acogedora Vinícola Franco Italiano en Colombo, y hoy decidimos abrir una botella de aquel grupo. El detalle: a pesar que fue comprada directamente en la vinícola, al ser descorchado, el lado del corcho que da al interior de la botella estaba ligeramente manchado y húmedo, casi seco, lo que confirma que su almacenamiento hasta la venta final fue vertical, y no horizontal como debería ser. El color es de un agradable violeta, algo vívido, forma lágrimas algo más que medianas; a la vista no pareciera tener mucho cuerpo. El olor es a pasas, y algo de pimienta, al inicio se percibe una ligera sensación alcohólica que, luego de hacer la misma práctica 20 min. de ser vertido en la copa, desaparece, dejando sentir mejor su aroma a frutas. En la boca igual: al ser bebido luego de unos breves minutos de ser servido se siente algo de alcohol, aunque no llegue a incomodar, luego de esperar el mismo tiempo en la copa (20 min.) esta sensación desaparece completamente, deja una sensación tánica mediana, de corpulencia media también, un agradable amargor, sabor a frutas secas, pasas, guindones, y un retrogusto medio. Recibimos más de lo que esperábamos de este vino y sin duda fue una agradable sorpresa.
Aunque sabemos que faltan muchos rótulos brasileros por conocer podríamos decir que este fue el primero que nos dejó una sensación de sorpresa muy agradable por un vino brasileño, podríamos hacernos nuevamente de un Censurato en el futuro. Y eso que la vinícola no es de Río Grande do Sul, tierra donde se centran las mayores vinícolas (por estar más cerca de sus vecinos argentinos y uruguayos, ese estado tiene un clima parecido al de esos países), este vino es del Paraná, y de una vinícola pequeña, una sorpresa total.