La llegada de las cercetas comunes Anas crecca como invernantes a Asturias se puede producir a partir del mes de septiembre, especialmente aves jóvenes, pero es a partir del mes de octubre y especialmente noviembre cuando ya se observan bandos de buen tamaño en diversos humedales, sobre todo en zonas costeras.
Estos últimos días he podido prospectar dos zonas que se han convertido en habituales para la invernada de esta pequeña anátida en territorio asturiano, como son la poza de la ría de Navia y la cola de la ría de Avilés. En ambos enclaves se pueden contabilizar ya cifras cercanas a los 50 ejemplares, que podrían verse incluso aumentadas en diciembre si el tiempo viene frío.
Algunos estudios realizados recientemente han podido constatar la fidelidad de las cercetas comunes a sus áreas de invernada, a las que regresarían año tras año. Parece que esto aumenta sus posibilidades de supervivencia gracias al conocimiento adquirido del entorno local.
Los grupos de invernantes están compuestos tanto por aves jóvenes como adultas. Los jóvenes comienzan a mudar en los cuarteles de invierno, y en estas fechas los machos ya adquieren algunos rasgos de adulto, en especial el dibujo de la cara.