Los charrancitos nidifican a lo largo de las costas de las islas británicas y el oeste de Europa de manera dispersa. Parece ser que las poblaciones europeas han sufrido un notable declive en los últimos años, y eso se ha notado en el paso postnupcial por las costas asturianas, ya que esta especie ha sufrido una notable merma en sus cifras.
En el paso otoñal el charrancito suele sincronizar su migración con otras especies de charranes, aunque algunos años puede migrar antes, alcanzando sus máximos durante el mes de agosto, y eso parece haber ocurrido este año. Muchas veces forma bandos uniespecíficos, y en ocasiones penetra en bahías y ensenadas para pescar. La ensenada de Bañugues ha sido siempre un buen lugar para observarlo.
Son muy escasas las ocasiones en que podemos verlo posado, y lo habitual es verlo en vuelo. Además del tamaño más pequeño, que no siempre es fácil de apreciar, lo podemos distinguir por sus alas largas y apuntadas y su vuelo agitado y rápido, más que el de otros charranes.
El charrancito estaba anillado pero con anilla metálica y no pude leer el código, seguramente procede de las colonias británicas.
