Estos charrancitos están subiendo desde sus zonas de invernada en la costa africana a sus lugares de reproducción en Europa. Aquí crian en dos hábitats principales, en playas costeras e islas fluviales de los grandes ríos. En claro declive los últimos años, se calcula que quedarían alrededor de 20.000 parejas en nuestro continente.
El declive de este bonito charrán se debe a dos causas principales, las molestias humanas en la costa y las políticas de gestión del agua en los ríos fluviales. En algunos lugares como el Reino Unido se calcula que se puede haber perdido hasta el 50% de su población en los últimos años. Esto ha llevado a desarrollar programas de conservación repartidos por toda su área de distribución, como por ejemplo el Little Tern Project en el Reino Unido, en el cual voluntarios del proyecto monitorizan las playas donde la especie anida y ejercen labores de vigilancia e información.
