¡Buenos días y...
FELIZ NAVIDAD!
Espero que anoche pasarais todos una noche estupenda, que disfrutéis el día de hoy con vuestras familias y amigos y que las fiestas estén llenas de cosas buenas para vosotros.
De cosas buenas como ésta...
Porque ésta es otra de esas recetas que no te puedes sacar de la cabeza hasta que la haces.
Yo me declaro una amante completa del turrón. En Navidad disfruto comiéndolo una barbaridad y, cuando estamos en verano, nunca he traicionado al helado de turrón en ninguna heladería de las que me he sentado.
Si a ésto le unimos que estoy totalmente loca por la tarta de queso (cosa que ya sabéis de sobra), queda bastante claro cuál iba a ser el postre de la cena de Nochebuena, ¿no?
La receta ha sido un poco "experimentada" ya que he ido cogiendo cosas de mis otras tartas de queso e intentando compensar cantidades para que saliera bien al introducir el turrón.
Y el experimento ha salido ¡PERFECTO!
¡Mirad qué corte!
No os imagináis lo cremosa que está. Además, aunque pudiera parecer que al llevar turrón estaría excesivamente dulce, no es así, ya que la cantidad de azúcar es muchísimo menor y...
¡He usado turrón sin azúcar! Cosas de tener diabéticos en la familia...
Antes de poneros manos a la obra con ella, no olvidéis pasaros de nuevo por mi post Cómo conseguir un cheesecake perfecto en la sección de trucos y tutoriales para refrescar la memoria sobre las cosas que no debemos olvidar cuando hacemos tarta de queso.
Preparadla para Nochevieja, para Año Nuevo... ¡Para cuando queráis! No os va a decepcionar.
CHEESECAKE DE TURRÓN
Receta de My Sweet Cakeland
Ingredientes para un molde alto de 20 cm:
Para la base:
- 180 g de galletas tipo digestive (yo usé unas sin azúcar)
- 80 g de mantequilla
- 700 g de queso crema
- 300 g de turrón (del blando)
- 4 huevos
- 3 cucharadas de harina
- 100 ml de nata líquida
- 50 g de azúcar
1. Precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde desmoldable de 20 cm.
2. Para la base, trituramos las galletas, derretimos la mantequilla y mezclamos ambos ingredientes. Lo ponemos en el molde, presionamos bien y metemos al congelador para que se endurezca.
3. Trituramos el turrón pero sin hacerlo del todo para que queden algunos trocitos de almendra.
4. Mezclamos el queso (a temperatura ambiente SIEMPRE) con el azúcar a velocidad muy baja.
5. Cuando estén bien mezclamos, añadimos los huevos de uno e uno y batiendo lo justo. Solo hasta que se incorporen bien.
6. Añadimos la nata, la harina tamizada y el turrón y mezclamos SOLO hasta que todo esté homogéneo. No os paséis batiendo, que luego se nos raja.
7. Vertemos la mezcla en el molde. Si lo deseáis podéis hacerla al baño María (previamente tenéis que forrar el molde con papel de aluminio para que no se filtre nada). Yo esta vez no lo hice porque quería darle un toque rústico y que los bordes me quedaran irregulares.
8. Horneamos a 180º durante 15 minutos y luego bajamos la temperatura a 120º y continuamos con la cocción unos 60-70 minutos más. Sabremos que está hecha cuando los bordes estén firmes pero el centro aún tiemble un poco al moverla.
9. Apagamos el horno, dejamos que se temple en su interior y después la sacamos y la dejamos enfriaren la encimera. Cuando esté completamente fría la metemos en la nevera durante toda la noche.
Ya estoy dándole vueltas a la receta con la que voy a despedir el año... Veremos...
Solo me queda deciros:
¡FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS!
¡¡Mil besos!!