Revista Cine

Chéri.

Publicado el 28 agosto 2010 por Cinehólico
Chéri.

La exquisita combinación de Colette, Michelle Pfeiffer y Stephen Frears tiene como resultado esta lograda visita a la Belle Epoque parisina en la que las personas buscan ocupar un lugar en la cruel y excluyente sociedad francesa aunque para ello deban mercadearse a sí mismas y sobre todo, en el caso de las mujeres, ser unas mercenarias en la lides amorosas y a punta de amantazgos amasar grandes fortunas.

Este es el caso de Lea de Lonval (Michelle Pfeiffer), una cortesana que ya entrada en años, disfruta del placer que le brinda la autonomía económica viviendo elegantemente retirada y acosada por la frustrante necesidad de visitar el cerrado círculo social conformado por sus ex colegas que como ella, tienen el dinero suficiente para vivir como la alta sociedad aunque jamás tengan acceso a ella.

La cruel realidad de su protagonista excluida y señalada por mujer, por puta y por trepadora, se refuerza al enamorarse perdidamente de un inmaduro y amanerado joven hijo de su amiga Charlotte (Kathy bates) al que ha apodado Chéri (Rupert Friend) y a quien conoce desde niño. Juntos tejen la telaraña en que la protagonista cae para descubrir que en su precario historial amoroso, lo más cercano al amor es esta patética y desequilibrada relación en la que el peso es sostenido por sí misma.

La fuente original del film, la obra literaria de Colette y adaptada por el guionista Christopher Hampton y musicalizada por Alexandre Desplat, tiene el cuerpo necesario para retratar este momento histórico gracias a que la autora conoció de primera mano, a esta fauna humana de rameras y millonarios que en el intercambio entre estudiados afectos y joyas y billetes a raudal, retornaron a sus posiciones en el intrincado engranaje social.

De nuevo Stephen Frears juega al etnólogo con esta joya en que la Pfeiffer rescatada de un prematuro olvido, representa el ideal femenino intacto con el paso de los años y ejemplarizante, para todas las que recurren al cirujano buscando perpetuar la belleza; para pasearse por la gran pantalla como un maniquí vestido sublimemente por Consolata Boyle y que nos quita el aliento al ver personificado en su humanidad, al ideal occidental de lo femenino. La Venus de Milo, Afrodita modelo 20o9 envejeciendo para demostrar que la belleza eterna es posible si viene de adentro y se lleva con dignidad para posarse en esta materia prima que la edifica.

Michelle Pfeiffer es la belleza hecha mujer.

Merecemos seguirla viendo en pantalla porque es una rara excepción en la que alguien hermoso actúa como nadie.

Notas:

El trío Frears-Pfeiffer-Hampton repite si lograr el nivel de su antecesora, con esta película luego de trabajar juntos en la más mercadeada y exitosa “La Relaciones Peligrosas” una joya histórica en la que el director retrata la cruel y desaforada vida de los cortesanos franceses en donde el reparto es uno de los mejor logrados en la historia del cine: La malvada e intrigante Marquesa de Merteuil (Glenn Close como nunca); el lujurioso Vizconde de Valmont (John Malkovich) y la piadosa víctima Madame de Tourvel (Michelle Pffeifer).

Foto: Rupert Friend, Michelle Pfeiffer y el director Stephen Frears en Berlinale 2009.


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