Los chipirones y los calamares son un producto muy utilizado en nuestra cocina. Admiten infinidad de preparaciones y están deliciosos.
Desde un punto de vista nutricional, el chipirón (al igual que el calamar) destaca en un primer momento por su altísimo contenido en proteínas de buena calidad, aportando todos los aminoácidos esenciales.
Además es un alimento realmente bajo en grasas y calorías: 100 gramos de chipirón aportan sólo 80 kilo calorías y 1,60 gramos de grasas).Su contenido en colesterol es algo menor que los calamares, aunque igualmente se aconseja consumirlo con moderación, por ejemplo una o dos raciones a la semana son buenas cantidades para disfrutar de los diferentes beneficios del chipirón, pero sin que –sobretodo- suponga un problema para nuestros niveles de colesterol en sangre.
Respecto a su contenido nutricional, destaca sobretodo por su contenido en:
Minerales: entre los que podemos encontrarnos con el potasio, magnesio, zinc, fósforo, hierro y manganeso.
Vitaminas: vitamina A, B3 y B12.
Aporta unas buenas cantidades de yodo, ideal para el metabolismo y para el buen funcionamiento de la tiroides.
Fuente: Natursan.
INGREDIENTES:
-1 kg. de chipirones.
-4 lonchas de beicon.
-1/2 pimiento rojo pequeño.
-1/2 cebolla pequeña.
-1 huevo.
-2 ajos, perejil, hierbas provenzales.
-1/2 vasito de vino blanco.
-1/2 cucharadita de maicena.
-Aceite de oliva y sal.
-1 cucharada de tomate seco en polvo aqui. (Puedes sustituirlo por concentrado de tomate)
PREPARACIÓN:
Limpiar bien los chipirones, separar el cuerpo de los tentáculos, retirar el intestino y lavar muy bien. Dejar escurrir.
Cortar los tentáculos en trocitos pequeños, la cebolla en brunoise y el pimiento y el beicon en dados pequeños.
Poner una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva y rehogar en ella los tentáculos durante unos 4 minutos.
Incorporar la cebolla y el beicon dejando rehogar un par de minutos más.
Añadir el pimiento y dejar cocinar todo junto a fuego bajo hasta que estén blandos. Dejar atemperar.
En un bol batir el huevo con el perejil, las hierbas provenzales y un poquito de sal.
Incorporar el sofrito y mezclar bien.
Rellenar con la mezcla loa chipirones sin dejarlos demasiado llenos pues al cocinarlos encogen y se saldría el relleno, clavarles medio palillo* en el extremo para que queden bien cerrados.
Poner una sartén al fuego con un poquito de aceite y freír ligeramente en ella los chipirones. Pasarlos a una cazuela.
En la misma sartén sofreír los ajos prensados o cortados muy pequeños, cuando empiecen a coger color añadir el vino dejando hervir unos minutos para que evapore el alcohol.
Incorporarle el tomate en polvo y un vaso de agua en la que habremos disuelto 1/2 cucharadita de maicena. Dejar hervir un par de minutos.
Volcar en la cazuela sobre los chipirones, poner la cazuela al fuego y dejar hervir a fuego medio-bajo hasta que estén tiernos.
*Sabias que: Cuando las piezas que vamos a rellenar son grandes, es decir calamares, no necesitas cerrarlos con palillos, simplemente al lavarlos les das la vuelta y de este modo al encoger se cierran solos.