Pues ya tocaba hacer algo navideño, todos lo hacemos. El puente (o semana rara como ha sido este año) de La Inmaculada es el pistoletazo de salida para que saquemos las decoraciones de los trasteros y pongamos nuestras casas de gala para la época que se avecina.
No estoy yo con el espíritu navideño de otros años, no sé por qué y es que gracias a Dios no tengo motivos para estar más triste o desganada. Pero esta vez me ha pillado con el cuerpo así, supongo que todo es ponerse y hacer ganas.
En cualquier caso, fuera cual fuera mi estado de ánimo tenía que preparar esta tarta, la de todos los años, la del escaparate de mi amigo Antonio y quería que fuera algo diferente a la de otros años y a ser posible un poco más personalizada y relacionada con su negocio.
Como me gusta calentarme la cabeza (aunque después me duela) para ver lo que voy a hacer. Bicheo por la red, me fijo en los escaparates, en las decoraciones de los centros comerciales y de la ciudad, en las felicitaciones navideñas que me encuentro y voy recopilando ideas en mi cabeza hasta que al final se enciende la bombillita y me digo: "Esto es".
Y no sólo me gusta este proceso cuando se trata de una tarta, que ahí ando también pensando gamberradas para la comida del curro, travesuras para entregar los regalos que tengo que hacer, previsualizando la felicitación que me gusta hacer con los compañeros del trabajo...en fin, que me estoy dando cuenta de que lo que más me gusta siempre es el factor sorpresa, eso es lo mejor siempre. No es que sea yo una hermanita de la caridad pero me encanta ver las caras de alegría de los demás, es que eso siempre genera buenos recuerdos y buen rollo y la vida se hace más fácil y llevadera de esa manera.
La Navidad es la época del año más propicia para todas estas cosas, por eso cuando se aproxima mi coco no deja de maquinar como dice mi marido y se me ocurren montones de cosas. Y haciendo solamente una parte ya me dice todo el mundo que estoy un poco loca, no quiero pensar si las llevara todas a cabo lo que me dirían.
La tarta de hoy no lleva receta, está hecha con dummies para que se conserve toda la Navidad sin que haya percances desagradables. Así que únicamente me queda deciros que a empezar con buen pie y con buen espíritu estos días para recibir la Navidad con la mejor disposición posible. Muchos besotes.