Cuando vi a nuestro chef inglés favorito hacer esto, me dije: ¡esto tengo que hacerlo yo!, ¡tiene que estar de coña!.
Por aquel entonces ni siquiera existía este blog, ¡pero ya me gustaban las guindillas!.
Hoy no voy a indicaros los ingredientes, ni la elaboración, ni nada más, simplemente os dejo el video en el que Jamie nos cuenta como hacerlo. Disfrutadlo, es difícil poner más pasión en algo.
Eso sí, os cuento un par de cosas.
Es la segunda vez que hago esta receta, en la primera digamos que equivoqué la proporción o ratio de guindilla / pimiento y además utilicé unos chiles vietnamitas que…, como decirlo… ¡¡¡¡¡iiiiiiiihhhhhhhh!!!!!, ¡¡¡como picaba eso!!!.
En esta segunda ocasión reduje la proporción de guindilla (en la primera ocasión, para una correción válida hubiera necesitado un par de toneladas de pimientos) y en lugar de chiles exóticos y megapicantes, utilicé guindillas españolas mucho menos picantes.
Otra cosa, he hecho un par de variaciones sobre la receta original del vídeo, en primer lugar he partido de pimientos asados en conserva, no he asado pimientos, por lo que los he incorporado más tarde a la receta y del mismo modo, no he asado las guindillas, han partido en crudo, eso sí, las he despipado y picado finamente y las he incorporado muy pronto, casi desde el principio con la cebolla.
¿El resultado?, ESPECTACULAR, me ha encantado, me ha gustado muchísimo y no me ha resultado demasiado picante. Tened en cuenta una cosa, lo mejor para mitigar el picor son los lácteos y la miga de pan, ¡¡y esta receta incorpora ambos!!.
Probad, es fácil y deliciosa, es más, os aseguro que es un fantástico desayuno, ¡doy fe!.