Cinco Trucos para pedir vino en un restaurante.

Cuando salimos a comer por ahí queremos disfrutar al completo de la comida y, de la compañía y también de un buen vino porque nos gusta que nuestros recuerdos se tiñan de purpura. Poesía aparte, elegir un vino en un restaurante no es nada complicado, tan has de fijarte en cinco variables fundamentales y siempre ir con humildad a hablar con el camarero o sumiller que te va a atender. Si eres poco conocedor de vinos en restaurantes seguro que intentaras no pararecer un@ lel@ pero a veces la sencillez es tu mejor aliado.

Para elegir el vino oriéntate por las grandes denominaciones de origen como Ribera o Rioja o Rías Baixas, no suelen fallar en la relación calidad/precio. Para los más conocedores pueden apostar por otras zonas en auge como Bierzo, Jumilla o Valencia. Elige siempre lo que más te atraiga con el precio que estés dispuesto a pagar. Los vinos en restaurante rara vez bajan de 15€ la botella.
Cuando te traigan la botella, fijate que sea la botella y la añada que quieres. Los vinos tintos jóvenes y blancos (sin barrica) han de ser de la vendimia del año anterior es decir, en primavera, la añada en curso es la del septiembre justo anterior.
Si tienes dudas, déjate aconsejar por el sumiller o el maitre que te atiende pues puede guiarte. Aunque no sea una persona cualificada pero si humilde (en la mayoría de los casos lo son) te orientara de lo mejor que funciona en su restaurante y suele ser por algo. Fíate de él y acumula experiencia para próximas veces. Combina vino y comida como mejor te parezca, depende más de tu paladar que de las reglas en sí.
Cuando te lo den a probar: fíjate en el olor, temperatura y sabor. Has de fiarte de ti mismo: si huele bien, sabe bien y está a la temperatura correcta es porque el vino está en perfectas condiciones. Puedes leer sobre los defectos del vino aquí y sobre cómo catar aquí.
No dudes en pedir que te enfríen el vino si lo deseas, tanto blanco como tinto.