EIGHTH GRADE (IDEM, EU, 2018)La adolescente Kayla Day (Elsie Fisher, una gratisima sorpresa) de 13 años esta terminando el octavo grado del titulo y lo primero que vemos de ella es un vídeo que sube a las redes sociales, en el da consejos sobre seguridad e interacción social, pero muy pronto nos damos cuenta que este inicio con una chica segura de si misma y con buena expresión a la cámara esta muy lejos de la Kayla real, una chica insegura, sumamente tímida y que pasa como un fantasma por la escuela, no sufre de bullying ni nada parecido, ella prácticamente es una sombra y por ello nos alejamos de las películas que hablan sobre el abuso, y también notamos que aunque muchos de los adolescentes de la cinta son pretenciosos y pedantes la verdad no llevan una persecución ni atacan a la chica, es simplemente que la forma de ser de ella, tan callada, tan distante, hacen que lleve esa vida, la chica sabe que posee un cuerpo promedio, que lidia con el acné y quizá por ello camina encorvaba, habla en susurro y esquiva los ojos de los demas, es decir una chica con problemas de autoestima y adaptación, como millones de adolescentes en el mundo.
Quizá por ello el director y escritor Bo Burnham logro una cinta tan redonda, no intenta contar una historia dramática exagerada o grandilocuente, simplemente la "sencilla" historia de una chica adolescente que se esta buscando a si misma, es de enmarcar el grado de madurez de la historia, Burnham comento que su intención era trasmitir en pantalla el grado de ansiedad de los adolescentes y esto se logra perfectamente ya que Kayla en muchas ocasiones esta al borde de caer en una burla traumatice, un error garrafal e incluso un abuso pero no lo hace para que mantengamos este estado, siempre temiendo por ello y rememorando esos difíciles días, y Kayla es una chica lista, tanto como para no tomarse en serio las redes sociales, admitir sus problemas y lidiar con el crecimiento, ademas con un comprensivo padre (Josh Hamilton, bastante bien) que debe ganar como el mejor del año, uno que entiende, soporta, sufre, le otorga confianza, cuida y sobretodo ama a su hija como muestra esa maravillosa escena clímax de la cinta.
Resulta obvio que la cinta nos refleja la realidad de la generación z, esta generación tan encerrada en tecnología y redes sociales, que solo conviven en el ciberespacio, para muestra la protagonista, pero que también nos muestra que para muchos es la válvula de escape de la realidad, y por supuesto los modelos atemporales de los adolescentes. Asi Kayla ira aprendiendo sobre la vida; sufriendo, llorando, riendo, siendo feliz, porque la vida es eso, es todo y nada la vez. Un ultimo apunte, muchos han indicado que la cinta estimula y apoya el movimiento feminista, y aunque en parte es cierto no lo hace con el ultima generación, ningún hombre es un demonio, ni siquiera el galán de pacotilla cabeza hueca de la escuela que simplemente es estúpido, ni el preparatoriano que quiere aprovecharse ya que se muestra como un pobre desesperado, en cambio algunos hombres ayudan a Kayla de sobremanera, ya sea el ñoño amigo que hace al final o su preocupon padre que aguanta ante viento y marea por mas que su hija lo insulte y regañe, al final dos hombres marcan su madurez y su crecimiento, a final de cuentas como en la vida Kayla descubre que la vida no es en blanco y negro sino gris y es lo suficientemente sensata para entenderlo.
Calificación: Bastante Bien