Si nuestra pelvis renal se dilata más de lo normal se crea un lugar idóneo para el desarrollo de infecciones sobre todo cuando llevamos una alimentación desequilibrada y desordenada.
Cuando tenemos una infección urinaria es por la presencia de bacterias en la orina que inflaman los tejidos del tejido urinario. Puede localizarse en el riñón y pelvis renal (pielonefritis), uréter (ureteritis), vejiga (cistitis) o uretra (uretritis). Antes de que las bacterias se apoderen de nosotros existen varios mecanismos muy inteligentes por parte de nuestro cuerpo para intentar eliminarlos: El vaciado completo de la vejiga los tira o arrastra hacia fuera; el pH de nuestra orina se opone al crecimiento de muchos gérmenes (por su elevada concentración de urea y amonio); las contracciones de la vejiga evitan que el reflujo se produzca; el movimiento de contracción y expansión de la pared uretral. Como vemos nuestro sistema urinario hace todo lo posible para evitar que suframos infecciones urinarias pero, actualmente, puede más nuestro ambiente contaminado, nuestra mala alimentación industrial y nuestras emociones confusas.
Cistitis: Es la inflamación aguda o crónica de la vejiga urinaria, con infección o sin ella.
La bacteria más asidua cuando tenemos cistitis es Escherichia coli que primero está en la orina de la vejiga para luego producir inflamación en la mucosa vesical. Se dice que es la más dolorosa de las enfermedades acabadas en ‘-itis‘ (amigdalitis, gastritis, meningitis…). Las mujeres suelen ser propicias a sufrir reiteradas cistitis ya que las bacterias colonizan nuestra vagina y se quedan con nosotras largos períodos de tiempo.
Hay que tener mucho cuidado ya que estas infecciones pueden llegar a ser más graves cuando no se paran a tiempo y de una simple infección pasamos a una infección de vejiga, luego a una infección del conducto renal y luego a una infección del riñón (palabras mayores).
Los síntomas son dolor y ardor al orinar, dolor lumbar, micción nocturna, urgencia urinaria y si ya se han infectado los riñones habrá escalofríos y fiebres que pueden subir hasta los 40º, vómitos y un malestar general. A veces pueden presentarse mucosidad y sangre en la orina.
Es importante que sepamos dónde está cada 'elemento' de nuestro sistema renal.
El cólico nefrítico o cólico renal agudo es un dolor repentino de gran intensidad que se produce generalmente por la presencia de cálculo en el conducto que va desde los riñones hasta el tracto urinario cercano a la uretra.
Lo añado al artículo ya que ocurre bastante a menudo, sobre todo a hombres, y está en la parte urinaria. Es un dolor que, según me cuentan, es super doloroso, más doloroso por supuesto que la cistitis, un dolor gradual que va en aumento a lo largo de los siguientes 20-60 minutos hasta hacerse insoportable pero los demás síntomas suelen ser similares a las infecciones además de síntomas gastrointestinales, náuseas, vómitos… Y suele reaparecer en momentos emocionales delicados. Estos cálculos son depósitos de sales minerales que forman como una pelota y a nuestro sistema renal le cuesta expulsar al exterior. Si son pequeños irán descendiendo hasta ser expulsados pero si permanecen tiempo en el riñón se formarán grandes piedras que se ‘clavan’ a las paredes del uréter provocando el temido y doloroso dolor con una gran obstrucción y más tarde infección. La orina contiene unas sustancias especiales que hacen lo imposible para que las sales de calcio y otras sales no formen grandes complejos pero si la orina se satura de estos materiales (sales de calcio, oxalatos, fosfatos, cistina o ácido úrico) se formarán cristales que crecerán y formarán el cálculo. Dependiendo con qué se hayan formado los cálculos tendríamos: cálculos de calcio, cálculos de fosfatos (cálcicos, magnésicos y amonio-magnésicos), cálculos de cistina.
Si llevamos una alimentación donde predominan el azúcar, los helados, los refrescos y bebidas frías, la fruta tropical y las ensaladas seremos los candidatos perfectos para las infecciones y en este caso las urinarias (ya sabemos que a los microbios, bacterias y demás bichos les encantan nutrirse de los alimentos dulces).
Consejos para mejorar cualquier enfermedad urinaria:
- Evitar las frutas y sus zumos y toda verdura cruda. Tomaremos todo alimento cocinado.
- Eliminar proteínas animales y lácteos y sus derivados.
- Reducir la ingesta de aceite aunque sea un buen virgen extra primera presión en frío.
- Nuestra alimentación se basará principalmente en cereales integrales acompañados de una mínima cantidad de legumbres, siempre bien cocinadas y pasadas por el chino. Según la medicina oriental, las lentejas y las azuki son reequilibradoras del elemento Agua (Riñón y Vejiga). Las preparemos con alga kombu para que sean más digeribles y asimilables (el alga ablanda la fibra) y verduras cociditas. Las azuki Hokkaido son cultivadas en Japón y tienen un elevado porcentaje de proteínas (21%) y con unos hidratos de carbono que se asimilan totalmente sin dejar residuos de glucosa pero para aprovechar y asimilar toda su proteína debemos acompañarlas con algún cereal (arroz integral o mijo). Con una o dos cucharadas soperas dos veces por semana mantendremos en buen estado nuestros riñones.
Receta base para las azuki
1 bol de azuki en remojo de la noche anterior; 10 cm de alga kombu remojada 10 min. antes en agua fría.
En una olla colocar el alga en el fondo, después distribuir las azuki por encima y añadir el agua del remojo de las algas o más a fin de que el agua llegue al nivel superior de las azuki. Encender el fuego y dejar cocer a fuego lento añadiendo agua fría de vez en cuando. Esta agua fría ablanda más las legumbres que si se pone toda desde el principio, además de esta forma las azuki cuecen pacíficamente sin saltar en el líquido. También hay que ir quitándole la espuma. La cocción completa puede durar hasta tres horas dependiendo de la firmeza de las judías. Condimentar con sal marina 5 min o 10 antes de apagar el fuego. Si las hacemos en la olla a presión tardarán una hora. No echar sal marina al principio de la cocción. Luego puedes añadirle alguna verdura y condimentarlas con un chorrito de aceite crudo o añadirlas ya a la cocción. Puedes guardarlas en tarro de cristal y te duran unos tres días en la nevera. Si haces en cantidad guarda en tarros de cristal herméticos y ciérralos al baño maría (algunos con el mismo calor de ya se cierran solos herméticamente). Así siempre tendrás a mano.
Para mantener los riñones en buen estado basta tomar una o dos cucharadas soperas ya cocidas tres o cuatro veces por semana, o simplemente una tacita del caldo de la cocción, antes o durante la comida.
Jugo de azuki
Proceder como en la receta anterior. Cuando las azukis estén a mitad de cocción, añadir tres volúmenes de agua fría y terminar la cocción con una tapadera que cierre bien. Pasar por un colador para guardar el jugo por un lado y las azuki por otro. Se bebe caliente con unas gotitas de tamari en caso de problemas de vejiga y urinarios.
Judías azuki, un remedio para los problemas de riñón y vejiga. Es importante cocinarlas bien y con alga kombu.
Azuki-Calabaza dulce y alga kombu
1 volumen de azuki; 3 volúmenes de calabaza cortada en cubos y 30 cm de alga kombu remojada 5 min.
Remoja el alga 5 min. en agua fría y colócala en el fondo de una olla, encima la calabaza y por último las azuki remojadas la noche anterior. Añade el agua del remojo del alga. Cuece suavemente con la olla cerrada. Cuando las azuki hayan absorbido el agua del recipiente, añade suavemente agua fría sin que jamás supere el nivel de las azuki. Condimenta con sal y deja cocer 5 min. más. He aquí un plato delicioso de sabor muy dulce que nutre los riñones, el bazo y el páncreas. Conviene particularmente para los diabéticos y los problemas de riñón. Y ya sabes, en olla presión sigue el mismo procedimiento pero sabiendo que el tiempo de cocción será menor. Es importante acompañarlo con algún cereal cocido como el mijo o el arroz integral.
- Reduciremos la ingesta de tés aunque sean bancha o kukicha.
- En los casos de cólicos nefríticos además (aunque también podrían añadir estos consejos los demás casos) debemos eliminar todo alimento que contenga ácido oxálico como la remolacha, las espinacas, acelgas, judías, tomates,tés, café y cacao y las solanáceas (patata, tomate, pimiento, berenjena) y minimizar la sal aunque sea marina sin refinar y todo producto enlatado que lleva grandes cantidades al igual que los salazones y por supuesto olvidarnos definitavemente del alcohol.
No soy partidaria de los zumos concentrados de arándanos que venden en las herboristerías por muy ecológicos que sean. Si tenemos el estómago y los intestinos delicados nos pasarán factura con dolores estomacales y diarreas. De todas maneras, hay otros métodos más efectivos (como las recomendaciones mencionadas) y no tan agresivos. Y ojo, las mujeres con las duchas vaginales ya que alteran nuestra flora y es cuando al debilitarla hacen que seamos más propensas a la cistitis y al vaginitis.
También puede incluirse un té especial hecho con daikon rallado para inducir al sudor y bajar la fiebre: Preparar media taza de daikon rallado con una cucharada de tamari y 1/4 cucharadita de jengibre rallado. Volcar suficiente bancha caliente sobre la taza para cubrir y remover bien. Beber caliente una vez por día durante 3 días. Este té al llevar daikon (rábano japonés) nos ayudará también a eliminar mucosidades.
Me gustaría hablar de un tema que suele preocupar a muchos hombres: Su próstata. Es una glándula del aparato urogenital masculino, que por su forma y dimensiones parece una castaña, y se halla situada entre el fondo de la vejiga urinaria y el músculo transverso profundo del perineo, por detrás de las sínfisis del pubis y por delante del recto. Atravesada por la uretra, a la que rodea, y por ambos conductos eyaculadores.
Tiene que quedarnos claro dónde está exactamente la próstata.
Muchos sufren de prostatitis. Ya sabemos que todo lo que acaba en ‘-itis‘ significa inflamación y suele venir acompañado de infección. Aparece una inflamación de la próstata con dolor en la parte baja de la espalda, molestias testiculares…Cuando haya infección (E. Colli, Proteus) aparecerá fiebre, escalofríos, urgencia urinaria, dolor lumbar, escozor al orinar, micción nocturnas…
Aquí en este caso, debemos hidratarnos con buena agua (no beber agua o liquidos por la tarde), vaciar a menudo la vejiga, evitar el estreñimiento, el frío y la humedad, evitar el alcohol, picantes y café, tener una buena higiene sexual evitando el uso de jabones químicos, seguir las recomendaciones anteriores y tomar algún extracto vegetal antiandrogénico y diurético como la cola de caballo, ciprés, sabal, eleuterococo.
‘El cáncer de próstata afecta a la glándula y puede expandirse a las estructuras circundantes. Si bien la mayoría de los hombres con cáncer de próstata no tienen síntomas, el médico puede detectar cáncer de próstata durante un control regular, mediante una combinación del examen en sangre llamado PSA y un examen de tacto rectal (DRE).‘
Para la medicina oriental un desequilibrio de vejiga significa celos, desconfianza o mantener resentimientos durante mucho tiempo. Por eso, es mejor no guardar nuestros sentimientos, expresarnos, no dejar la porquería en nuestro cuerpo para que luego nos arrebate la salud.
Veamos lo que significa para Louis Hay:
Problemas de vejiga: Angustia. Aferramiento a viejas ideas y creencias. Miedo a relajarse. Fastidio.
Infecciones urinarias: Fastidio, generalmente contra el sexo opuesto o contra la pareja. Tendencia a culpar.
Cólicos: Irritación mental, impaciencia. Molestia por el entorno.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
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