Gotham Central de Ed Brubaker, Greg Rucka, Michael Lark, Stefano Gaudiano, Kano y VV.AA. (Gotham Central 1 al 40 USA).
En el año 2003, los aficionados a Batman habían sufrido el intento de asesinato de James Gordon y su posterior retiro, en la saga “Officer Down” aparecida a lo largo de los bat-títulos en el año 2002 y cuyas cabezas pensantes habían sido Ed Brubaker y Greg Rucka, ambos guionistas de los títulos señeros de la franquicia del murciélago, Batman y Detective Comics. Por supuesto, ambos autores no eran los guionistas estrella que serían posteriormente, aunque en honor a la verdad, Brubaker es el que ha triunfado a lo grande (títulos como Capitán América, Criminal o Incognito están ahí para demostrarlo) ya que Rucka no ha sido valorado como se merecía.
Y ambos autores, tras sus respectivas y correctísimas etapas en ambos títulos del murciélago, se embarcaron en su obra más ambiciosa e interesante dentro de la ciudad de Gotham City, un título que muy posiblemente sea el mejor spin-off salido de las páginas de Batman, y una de las mejores series regulares de la pasada década, Gotham Central, o lo que es lo mismo, la ciudad de Gotham vista desde la perspectiva de los policías de Gotham City. La serie de los dos guionistas actuales especializados en el género noir, bebe de series de televisión tan importantes e influyentes como Canción Triste de Hill Street o Policías de Nueva York y que a posteriori ha influenciado a gente como Christopher Nolan, sobre todo en su exitosa secuela de Batman, El Caballero Oscuro.
Los lectores siempre hemos visto la ciudad de Gotham y a su plétora de freaks desde el punto de vista del hombre murciélago, o su equipo de justicieros, lo que ha provocado que las amenazas, crímenes y oscuridad que se cierne sobre la ciudad perdieran esa sensación de peligro y desolación. Pero cuando nos ponemos a la altura del hombre de a pié, la situación cambia y mucho. Ya desde las primeras páginas de la colección, cuando Mr Freeze congela y parte en mil pedazos a un agente de policía ante los ojos de su compañero, comenzamos a entender lo que es ser una persona normal, un agente de la ley, en un mundo en el que los peligros y las amenazas superan a unos seres humanos que no solo deben enfrentarse a esos peligros, sino que son menospreciados por una sociedad que no ve con buenos ojos que un vigilante enmascarado solucione su trabajo.
Rucka y Brubaker se reparten su trabajo como guionistas al frente de la colección de una manera peculiar y muy pero que muy efectiva. Por una parte tenemos sagas realizadas por ambos autores al unísono, como las excelentes “Soft Targets” donde el Joker vuelve a ser esa peligrosa fuerza del mal que tiene aterrorizada a la ciudad de Gotham y que de nuevo es fuente de inspiración temática y en algunos aspectos argumental del Caballero Oscuro de Nolan, o la terrorífica representación de un villano tan poco amenazador en sus anteriores caracterizaciones como el Sombrerero Loco. En estas historias, Brubaker y Rucka controlan un reparto coral, la comisaría de Gotham, de manera ejemplar, desarrollando unos personajes de una profundidad y una humanidad digna de mención. Pero por supuesto, Brubaker y Rucka tienen a sus personajes favoritos dentro de este gran elenco.
Rucka se centra sobre todo en la detective Renee Montoya y su compañero Crispus Allen. Montoya es casi la gran protagonista de la colección y su desarrollo como personaje es extraordinario, sobre todo la manera que tiene Rucka de tratar la homosexualidad de la protagonista en el arco argumental que se narra en los números 6 al 10 de la colección, coprotagonizado por Harvey Dent, continuando la extraña relación que Rucka comenzó a desarrollar en su etapa al frente de Detective Comics.
Brubaker en cambio se centra en el teniente Marcus y las secuelas de ser testigo de la muerte de su compañero a manos de Mr. Freeze y su relación con su nueva compañera, Josie Mac, salida de las páginas de complemento de Detective Comics y que tiene una peculiar manera de descubrir los casos.
En honor a la verdad, hay que decir que la serie es sobre todo obra de Rucka, ya que es el que más ejemplares en solitario realiza en la colección, sobre todo en la segunda mitad de la serie, etapa en la que también abandona el dibujante regular de la misma, el clásico y excelente Michael Lark, que sabe imprimir de la atmósfera correcta los oscuros y desoladores guiones de ambos autores. Tras él, toman el relevo Stefano Gaudiano (colaborador habitual de Lark) y Kano, que mantienen el tono planteado y plasmado por Lark en la primera mitad de la serie, sin que la serie se resienta en su apartado gráfico.En esta última historia, Rucka cierra el ciclo de Crispus y Montoya, cerrando una etapa de su vida, y planteando la evolución de ambos personajes que continuarán de manera sorpresiva para algunos como Crispus, convirtiéndole en el nuevo Espectro y llevando a Renee Montoya a diferentes caminos hasta convertirse en la nueva Question. Del resto de personajes, nunca más hemos vuelto a saber de ellos, una pena, porque en los tres años y pico de colección, acabaron convirtiéndose casi en parte de tu familia.
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