Revista Vino
Toni y Mertxe (Vins&Roses o, lo que es lo mismo, Pasión Bourgogne) me llaman la atención sobre uno de esos intangibles que no se pueden pasar por alto. Ellos tienen un blog muy bien documentado que pivota sobre su pasión por la Borgoña. ¡Que compartimos! Resulta que muchas de las instituciones de la zona han lanzado la candidatura de su historia, de su cultura, de sus vinos, de sus terruños, de su gastronomía a Patrimonio Mundial de la Unesco. La candidatura lleva por nombre Climats du Vignoble de Bourgogne y necesitan que cuantos más aficionados mejor, formemos parte de su Comité de Apoyo. En esta página web encontraréis un sencillo y rápido aplicativo que os permitirá materializar ese apoyo. Quien se haya sentido atraído alguna vez por uno solo de los vinos de la Borgoña, debiera figurar en ese comité. Ahora que cosas tan dispares como els Castellers, el Flamenco o la Dieta Mediterránea forman parte de este "club", le toca el turno a algo tan querido por algunos de nosotros: el esqueleto emocional que vertebra la Borgoña. ¡Animaos!
La foto "Mersault Perrières et Mersault Charmes" es de Vincent Dancer.