Revista Vino
Cyril Fhal. Un secreto a voces. Un artesano que controla todo el proceso: de sus apenas 5 ha no saca más de diez mil botellas por cosecha. Pasión por las cepas de su tierra (garnacha, cariñena, cinsault) en Latour-de-France (Triniac en occitano), trabajo concienzudo en la viña, resultados tan meditados como naturales. Vinos que se dejan beber con pasmosa facilidad. Sin más. Pudiera parecer sencillo pero no lo es tanto. En estas tierras azotadas por el viento y el sol, con lluvias más bien intermitentes, el trabajo en la tierra y en la bodega es muy importante porque si no, los vinos salen con perfiles bien distintos a éste. Los vinos de Fhal parecen sencillos pero son muy trabajados. Viñedos (en este caso) relativamente jóvenes de garnacha (sobre los 25 años) para este Jeunes Vignes de 13% (sí, sí, han leído Ustedes bien). Vin du Pays des Côtes Catalanes del que no conozco más detalles que lo poco que he leído y lo que me dicen mi nariz y mi paladar. Caballo en el viñedo. Uva vendimiada más pronto que tarde. Suave extracción, poca maceración y bazuqueos justos. 9 meses de madera probablemente usada (quizás no toda...). Este 2010 es un vino que incita y, cuando lo bebes, gusta mucho, pero mucho. Incita a la perplejidad: tiene un color algo evolucionado y su nariz responde a ese carácter. Pero cuando lo tienes en la boca es un vino que te deja perplejo y tan a gusto por su frescor apabullante (incluso con un leve carbónico todavía). Extraordinariamente fresco y bebestible, sí, su alma tiene los matices de la madera y del sarmiento, tanto como los de la cítrica sanguina y del pomelo. Huele a odre y huele a ciprés, sí, tanto como a zarzamora y a sanguina. Es una dimensión de la garnacha que me hace disfrutar tanto como pensar. Otra dimensión dominada por las suaves y frescas sombras del atardecer de julio más que por el sol del mediodía en agosto. Huele a campo y a tierra cultivada. Huele a caballo y a cola de caballo. Huele a auténtico este vino. Pero además, es un vino fino, un vino pensado para comer y beber, sin más. Huele a vigneron este vino. Comprado por 16€ en Vino artesano.