Coca de cuarto o bizcocho de cuarto mallorquín

La coca de cuarto, o “cuartos”, como se les conoce más en Mallorca, se caracterizan por su extrema esponjosidad, su textura es muy ligera, como si comieras una “nube”, y además como no llevan ni aceite, ni mantequilla, sientan de maravilla, no son nada “pesados” para el estómago.

La receta es muy sencilla, lo único que hay que tener paciencia porque no podemos dejar de batir, hay que hacerla con mucho “mimo”.

Necesitaremos batidora de varillas, yo uso mi Kitchen Aid.

INGREDIENTES

8 huevos
235 g. de azúcar glass
165 g. de almidón, harina o fécula de patata (Lo compro en especias Crespí)
20 moldes de papel para cuartos (yo los compro en representaciones Lluch.

¿CÓMO LO HACEMOS?

Antes de empezar con la receta, tendréis que “montar” los papelitos de papel donde pondremos nuestra masa.

Precalentamos el horno a 180º y preparamos los moldes de papel sobre la bandeja o rejilla del horno. Yo usé la rejilla, poniéndola una hoja de papel vegetal encima.
Montamos las claras durante 15 minutos. Sé que pensáis que es mucho tiempo, pero es el que toca.
Sin parar de batir, añadimos el azúcar poco a poco, hasta que esté bien integrado
Ahora añadimos las yemas de huevo que hemos reservado anteriormente, una a una, dando tiempo a que se mimeticen con la masa
Una vez estén las yemas bien integradas, añadimos el almidón de patata, poco a poco.
Dejamos un par de minutos más cuando hallamos añadido todo.
Vertemos nuestra masa en los moldes que hemos hecho, yo he usado una cuchara metálica de helado, y en cada papelito, puse dos cucharadas bien colmadas.
Metemos en el horno durante 15 minutos. Pasado este tiempo, pinchamos para saber si están hechos, sacamos del horno y es el momento de ¡¡¡darle un susto!!
Para darles un susto, cogemos la rejilla o bandeja y desde la altura de nuestros brazos dejamos caer al suelo ( yo puse papel vegetal por todo, aunque no se salen de la bandeja, porque caen de pie). De esta forma evitaremos que la masa se baje.
¡¡Disfrutarlos!! con helado…el chocolate a la taza, lo dejamos para el invierno. Aunque yo…me los como hasta “solos”.