Habíamos leído referencias del Nuevo Horno de Santa Teresa en Internet buscando nuevos cocidos para nuestro ranking del mejor cocido de Madrid. También nos lo habían recomendado en algún comentario en el propio blog, así que cuando vimos que participaba en www.rutadelcocidomadrileño.com nos animamos a llamar: "Buenas, queríamos mesa para dentro de dos domingos ¿están abiertos?", "Pues no pero estaba pensando en abrir. Venga va. Que te abriremos"... las crónicas que habíamos leído hablaban de que era un sitio muy familiar y esta convesación lo corroboró. Una vez en el local la sensación sigue siendo la de estar comiendo en casa. Un salón pequeño, acogedor y sin gran decoración, con servicio muy muy cercano, como si comieras en casa de tu tía.
Llegamos, nos sentamos y nos tomaron nota de las bebidas mientras disfrutábamos de un aperitivo de aceitunas y puré de berenjena, tras lo cual empezamos a degustar el cocido. Servido en tres vuelcos, empezó con una sopa impresionante, de sabor casero estilo "ladetuabuela", con su cebolleta y la guindilla. De las mejores sopas de cocido que hemos tomado... luego la duda, repetir o no repetir, disfrutar más o dejar hueco para lo que venía después... repetimos todos.
El segundo vuelco llegó con los garbanzos, del tipo castellano, grande y con muy buena cocción y textura que venía acompañado de las verduras: repollo, zanahoria, patata y bola (o relleno), una parte del cocido que solo suelo catar por no llenarme mucho pero que aquí me terminé.
La carne vino servida en dos tandas, una primera con chorizo, morcillo, gallina, jamón, dos tipos de tocino y morcilla (que no se estila mucho en el cocido madrileño la verdad). La bandeja era impresionante lo que nos hizo sospechar que era una ración para tres así que lo preguntamos y nos dijeron: "si, nos hemos equivocado pero callad y comed que ahora traigo más".... y vino más... un plato con más jamón y un par de huesos de caña riquísimos.
De postre, una piña natural para bajar la comida y café solo. Todo nos salió por 60 euros, el cocido para dos (21€ PAX), media frasca de tinto más que digno, una Coca-Cola y una botella de agua. La comida terminó con un chupito invitación de la casa, unos detallitos para nuestro hijo y con la sensación de haber comido divinamente lo que hace que este lugar suba a los primeros puestos de nuestra lista.