De siempre, la bahía de Gijón ha sido el enclave por excelencia para la invernada de aves marinas buceadoras en Asturias, aunque en los últimos años los números se han reducido mucho. Pero estas aves no llegan directamente a Gijón, sino que antes hacen alguna que otra parada.
Esta mañana, por ejemplo, pude localizar este colimbo grande Gavia immer, reconocible por su marca en el pico, en el muelle nuevo de Luanco. Después Toño Caballero lo vio despegar en dirección este y un poco más tarde Laure y Yoli lo registraban en Gijón, frente a la playa del Arbeyal. Toda una estupenda labor de seguimiento.
Durante el rato que lo pude ver en la bahía de Luanco se pasó todo el tiempo escudriñando el fondo marino. Tal vez no le convenció el sustrato del fondo, tal vez no detectó alimento suficiente, el caso es que el colimbo no quedó convencido de la idoneidad de su primera parada. Las preferencias de las aves son bastante misteriosas.
Los colimbos grandes anidan en Norteamérica, Groenlandia e Islandia. Es posible que sean estos últimos los que llegan al norte ibérico a invernar, el límite sur de su área de invernada en Europa.