(Varsovia, 07/09/2010, EFE)
La presidencia polaca colocó hoy una nueva placa en recuerdo de las víctimas del accidente aéreo de Smolensk (Rusia), donde el pasado diez de abril perdieron la vida 96 personas, entre ellos el entonces presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y su esposa, María.
La placa se ubicó en la capilla del palacio presidencial de Varsovia, en una ceremonia íntima en la que estuvieron presentes los familiares de los doce fallecidos que trabajaban en la cancillería del presidente, y que viajaban con él cuando el avión se estrelló en las cercanías del aeródromo ruso.
Las familias interpretaron la colocación de esta nueva placa como "un gesto pacificador", especialmente después de la polémica que ha rodeado durante las últimas semanas los homenajes de los muertos en la catástrofe.
La gran protagonista de esa polémica es la cruz de madera en recuerdo de las víctimas erigida frente al palacio presidencial por grupos de "boy scouts", un símbolo religioso que la actual presidencia intentó trasladar sin éxito a una iglesia cercana.
La oposición de grupos de ultra católicos ha impedido hasta ahora reubicar esta cruz, una situación que ha dividido a la sociedad polaca entre quienes defienden su permanencia y quienes piden que se reubique en un templo.
Las diferentes manifestaciones a favor y en contra, incluyendo enfrentamientos entre ambos grupos, ha creado un clima de tensión en torno a la cruz aprovechado por la izquierda polaca para pedir una mayor distancia entre la Iglesia católica y el Estado.
Mientras, la cruz sigue custodiada día y noche por agentes de policía, a la vez que sus partidarios, en su mayoría ancianos autodenominados "defensores de la cruz", aseguran que no permitirán que se traslade el símbolo religioso hasta que no se erija un verdadero monumento frente al palacio, y no simples placas memoriales como la que hoy se colocó en la capilla presidencial.