Vetusta Blues. –
“Comando Spray”
Disculpen la deformación profesional: lo primero que se me vino a la mente con la brutal agresión a la entrañable estatua de Mafalda en el Campo de San Francisco fue la canción de Las Ruedas “Comando Spray”. Supongo que la música vino en mi ayuda para sofocar la tremenda indignación que me invadió cuando me enteré de la lamentable noticia. Hace justo un año, cuando se plasmó la brillante idea de situar al personaje de Quino en el idílico entorno del estanque de los Patos, ya temí que pudiera aparecer la bestialidad en su grado más brutalmente preclaro.
Pero no, aguantó un montón de meses, limpia y lúcida para regocijo de todos los ovetenses y asturianos de bien. Sin embargo, en esta ciudad donde bien podría crearse una “Ruta de las Estatuas” hemos tenido que asistir, con gran vergüenza, a la demostración de la estulticia supina en su grado más superlativo. La misma rabia que producía ver el rostro entrañable de Mafalda con un pintarrajeo donde sobresalía un dedo dirigido a su nariz y un parche a modo de borrón en su ojo izquierdo, se desarrolla al comprobar la ignorancia que no sólo se avergüenza de sí misma sino que se jacta de su idiotez. La educación y la cultura se han considerado secundarias (o más atrás aún) por los sucesivos gobiernos que nos han tocado en desgracia a los españoles. Ya no hablo sólo de la división por comunidades autónomas y su uso aprovechado para crear una delirante nueva historia. Las asignaturas de Humanidades son consideradas menores. Y así llegamos a esto, que no es sino una consecuencia lógica de la deshumanización, del dominio de la barbarie y de la ignorancia.
No deja de resultar paradójico que, con la llegada de las redes sociales, sean muy pocos los que saben expresarse por escrito (ya no hablo de la expresión oral, que también) y muchos menos los que lo hagan sin cometer tropelías ortográficas o de sintaxis. Se desea hablar de un mundo propio, manifestarse en internet y, lo que se consigue, es hacer el ridículo mostrando las susodichas carencias ortográficas y sintácticas. ¿Qué se puede esperar de un país donde manda en las audiencias un concepto de televisión como “Mujeres y hombres y viceversa”, emisión donde se manifiesta la más asquerosa podredumbre que enferma de ignorancia y le hace regodearse en sus antivalores a quien lo sigue?
No queda otra que situar cámaras de vigilancia. Sí, es una pérdida de libertades, lo sé, que hemos de agradecer a todos esos cafres que muestran todo su catetismo agrediendo al buen gusto, a la razón y a las manifestaciones de parte de lo mejor que adorna al ser humano, como son sus manifestaciones artísticas. A esos y sólo a esos, les debemos todo nuestro rechazo y la necesidad de que se les señale como indignos de ser considerados seres humanos.
MANOLO D. ABADPublicado en el diario "El Comercio" el sábado 17 de octubre de 2015