Estuvo en la playa tan sólo unos minutos, en los que se alimentó junto al par de agujas colipintas que llevan en la playa varios días.
Pero al no ser muy buen tratado por éstas decidió tomar las de Villadiego.
Por lo demás, en la ensenada sigue sedimentado un bando de limícolas de alrededor de 60 aves, con un grupillo de algo más de 20 chorlitejos grandes, casi todos juveniles.
También hay entre 20 y 30 correlimos comunes, junto a ellos un correlimos menudo que localicé hoy domingo, el tercero de la temporada.
Un puñado de correlimos tridáctilos, que aquí podemos ver en su posición habitual, en un cierto ángulo prospectando la arena cerca de la orilla.
Y unos pocos zarapitos trinadores, que alegran la playa volando de un lado a otro emitiendo su inconfundible reclamo.
