Las recetas se basaban en ingredientes sencillos y que podía ser garantizado su distribución por el estado o por los productos que cada ciudadano podía obtener de los pequeños huertos de sus casas o comunidades. Al principio, algunos alimentos no fueron racionados como los despojos, pollo, conejo y caza. El pescado no estaba racionado oficialmente, pero era difícil de encontrar y a menudo muy caros, algo que puede resultar contradictorio en una isla. La carne en conserva o Spam llegó a Gran Bretaña más adelante.
El Ministerio de Alimentación otorgó a cada hombre, mujer y niño una libreta de racionamiento, y los precios de los alimentos se adaptaban a una tasa estándar para que las personas más pobres pudieran acceder a los alimentos que necesitaban. Los trabajadores agrícolas y manuales se les permitió una ración extras de queso, y las mujeres embarazadas ya los niños se les permitió una cantidad de leche y huevos adicional. El alcohol y el tabaco nunca fueron racionados, pero eran escasos. Acumular alimentos para negociar con ellos, en el mercado negro, se convirtió en delito con una multa o la prisión.
Ración básica semanal para un adulto, en el verano de 1941
El precio máximo de las comidas en los restaurantes y cafeterías se fijó en cinco chelines y también tuvieron que lidiar con las restricciones que provocaba el racionamiento. El racionamiento se mantuvo hasta 1954 y lo último que se retiro del racionamiento fue el azúcar.Fuente:
Eating for Victory, de Jill Norman
Spuds, Spam and Eating for Victory, de Katherine Knigh
Eating for Victory, de Amy Bentley