Revista Ciencia

Cómo bañar al gato

Por Jgallego19
baño del gato

El baño es una parte importante para la higiene de cualquier animal, incluidos los gatos. Aprende cómo bañar al gato para mantenerle limpio, suave y con buen olor.

Aunque la mayoría de los gatos son capaces de mantenerse muy limpios gracias a que se están permanentemente lamiendo, el baño significa el mantenimiento del pelaje limpio y suave, a parte de un olor agradable. Pero la parte más importante es que reduce las infecciones parasitarias, e incluso puede hacer la vida más fácil a aquellas personas que son alérgicas a los gatos.

Los gatos son animales que en su día a día ellos mismos se dan frecuentes limpiezas a base de lamerse una y otra vez, pero los propietarios debemos empezar a bañarlos desde que tienen pocos meses de vida, o lo antes posible. Esto te ayudará a acostumbrar a tu gato, y reducir el miedo y la ansiedad que acompaña a menudo el primer baño de un gato adulto.

Hay muchos métodos recomendados para bañar a un gato. Algunas personas bañan a sus gatos sólo con agua tibia. Otros recomiendan productos adicionales para que el baño sea más eficaz.

Prepara todo lo necesario.

A continuación, te mostramos algunos de los artículos que puedes usar, los cuales se pueden encontrar fácilmente u obtener a través de catálogos de suministros de algún peluquero de animales o de la oficina de su veterinario. Necesitaremos:

  • Una habitación caliente para trabajar, preferiblemente con una puerta que se pueda cerrar.
  • Un fregadero o lavabo con agua corriente, o bien una palangana
  • Toallas
  • Vasos de plástico (para cargar agua y echársela al gato por encima)
  • Un cubo
  • Ungüento para los ojos (protege los ojos del jabón)
  • Champú medicinal (mantiene alejadas a las pulgas)
  • Acondicionador, para hacer que el pelo sea mas fácil de peinar y quede más suave
  • Bastoncillos para limpiar los oídos, además de suero fisiológico
  • Cepillos y peines para peinarle antes y después del baño
  • Secador de pelo

Organiza todos los elementos necesarios alrededor del fregadero o lavabo. Asegúrate de que la temperatura del aire sea cálida.

Cepilla bien el pelo del gato antes del baño.

En primer lugar, mantén al gato con firmeza y aplícale pomada para los ojos (se puede obtener de catálogos especializados o en clínicas veterinarias). Esto evita que el jabón entre en contacto con los sensibles ojos que tienen los gatos.

Llena el fregadero con agua tibia. Es aconsejable utilizar algún termómetro como el de los bebés para así asegurarnos que el agua estará a una buena temperatura para el gato.

Mantén al gato sujeto de las dos patas delanteras y del lomo, y sumérgele hasta que el agua esté a la altura de sus hombros. Le empaparemos primero sólo con agua todo el pelaje, y a la vez iremos hablando suavemente al gato, ya que puede que se agite y se ponga nervioso en esa situación. Asegúrate de calmarle tanto como sea posible antes de continuar. Es importante que él no considere esto como una experiencia horrible. Si tu gato se pone muy ansioso o se muestra muy asustado, no sigas. Sácale del agua, sécale totalmente con la toalla y déjalo ir . Si tu gato parece tolerar esta primera parte del baño, continúa con el siguiente paso.

Recuerda: siempre debes mantener un firme control sobre el gato.

Inicia la fase del champú. Empieza primero por la cabeza del gato. Pon una pequeña cantidad en un paño húmedo y lava suavemente alrededor de los ojos, la boca, las mejillas y la frente. A continuación, enjuaga el paño y pásalo sobre la cara para quitar el jabón. Tenemos que hacer todo lo posible para que el agua no entre en los oídos, y nunca verter agua sobre su cabeza.

A continuación, vacía el lavabo, fregadero o palangana donde le estás bañando, para seguir con el siguiente paso.

Después de lavarle la cabeza, si el gato tiene una capa de grasa en el pelo, le debes aplicar un desengrasante para el cuerpo. Échaselo  por todo el cuerpo, y después enjuágale. Nunca le apliques este producto en la cabeza.

A continuación, empieza con el champú para el cuerpo del gato (el fregadero está vacío en este momento). Debes preguntar a tu veterinario o mirar a través de catálogos de belleza para mascotas qué tipo de champú se ajusta al pelaje de tu gato.

Enjuaga muy bien el pelaje del gato, es muy importante. Llena el fregadero de nuevo con agua tibia hasta cubrir al gato por la mitad. Es posible que desees apartar al gato mientras se llena el fregadero, porque algunos gatos se pueden asustar por el ruido que hace el chorro de agua tan cerca de ellos. Utiliza un vaso de plástico para enjuagar el champú con el agua limpia. Mantén el champú siempre alejado de la cabeza y los ojos. Repite el proceso de lavado al menos dos o tres veces. Si todavía le quedaran residuos, continúa enjuagando.

El siguiente paso será la aplicación del acondicionador. Vuelve a vaciar de agua el lavabo, y aplícale el acondicionador, deja actuar el tiempo oportuno, y después enjuaga de nuevo, como has hecho con el champú.

Después, echa ½ taza de vinagre y dos litros de agua en un cubo. Vierte poco a poco el líquido con el vaso de plástico sobre el gato, esto eliminará cualquier rastro de residuos de jabón. Éste paso es muy importante, ya que los gatos se lamen y relamen, y podrían tragarse cualquier resto que les quedase del jabón del baño. Vuélvele a aclarar una vez más con agua tibia y vacía el fregadero de agua.

Mientras que el gato se encuentra todavía en el fregadero, límpiale los oídos con un suave bastoncillo de algodón humedecido en suero fisiológico.

A continuación, seca al animal con una toalla seca y sácale del fregadero.

Un gato de pelo corto o denso sólo necesita una buena toalla para secarlo y se puede colocar en una habitación caliente hasta que esté completamente seco. Un gato de pelo largo necesita ser peinado con el pelo hacia fuera y secado con el secador.

Cuanto más largo sea el pelo más importante es el cepillado. Siempre utilizaremos peines y cepillos muy suaves para peinar el pelo. El acondicionador que le hemos aplicado debe hacer este proceso más fácil.

Si utilizamos secador de pelo, secamos primero la parte superior del cuerpo a contrapelo. Después seguiremos por los lados, por delante de las patas delanteras y el cuello. La cola, el vientre, la espalda y las patas debemos secarlas muy rápido porque los gatos tienden a tener una menor tolerancia a que les rocen en estas áreas.

Después de todos estos pasos, ya tendrás bañado a tu gato, suave, limpio y con buen olor, en definitiva, un gato bien cuidado.


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