Una amiga me contaba que cuando finalmente se instaló en un piso de forma indefinida hace un par de años (tiempos locos los que nos han tocado) lo primero que hizo fue instalar un mini huerto de aromáticas en la cocina. Aunque empezó con ilusión y lo pudo mantener bonito durante semanas, poco a poco vio como esas plantas que había colgado en la pared se iban marchitando sin que nada de lo que hiciera sirviera. El caso es que después de intentarlo por primera vez lo dejó aparcado, pensando que quizás su proyecto era irrealizable o que requería demasiado esfuerzo. Todo hasta que un día, de cañas, estuvimos desgranando qué es lo que había hecho exactamente para que el resultado final fuera ese, e ideamos un plan para que volviese a probar con éxito. Como hasta el día de hoy sigue haciendo salsa pesto como loca directamente de la albahaca de su cocina, me he decidido a compartir este plan con vosotros.
No te olvides de la luz
La mayor parte de condimentarias y aromáticas no sobreviven con menos de 4 horas de luz directa, así que es importante tener este factor en cuenta a la hora de instalar vuestro mini huerto.
Empieza el huerto con semillas
Cuando compramos plantas que han sido cultivadas en el exterior o bajo lámparas de luz artificial (que suele ser el caso para acelerar el crecimiento) y las pasamos a nuestra cocina, con menor número de horas de luz y un ambiente completamente diferente, el shock para las plantas puede ser tan grande que no lleguen a adaptarse nunca. Lo mejor es germinarlas uno mismo, en una zona con condiciones similares a las definitivas para que crezcan completamente adaptadas a este entorno.
Las plantas más fáciles para cultivar en interior
Cebollino
Una de las más adaptables al cultivo de interior, gracias a la poca luz que necesita (eso sí, garantízale un par de horas de luz directa al día) y a que resulta muy productiva. También es de las pocas que no importa si compras directamente la planta, lo único que debes tener en cuenta a la hora de trasplantarla es cortar la parte superior de la planta (1/3 aproximadamente) para forzar el crecimiento nuevo.
Menta
La menta crece de forma muy expansiva, así que mejor plantarla en macetas individuales. Lo mejor de la menta es que precisamente esta vigorosidad y que acepta cierta sombra, con lo que crece feliz en el interior de las casas. Es recomendable empezar por semillas.
Perejil
Aunque de un crecimiento muy lento en sus primeras semanas de vida, una vez establecida resulta muy productiva, así que déjala crecer hasta que tenga mínimo un palmo y medio de porte para poder disfrutar de ella durante más tiempo. Imprescindible partir de semillas en este caso, ya que aunque se adapta muy bien a la sombra, una planta criada con muchas horas de luz diarias no soportará el cambio.
Cilantro
El cilantro es otra de esas aromáticas que resulta mucho más fácil de cultivar con éxito empezando con semillas, ya que además, no soporta bien los trasplantes. Es imprescindible asegurarle un buen drenaje para un buen crecimiento (puedes añadir una capa de arlita al fondo de la maceta, o añadir perlita o arena agrícola al sustrato). Necesitará fertilizantes para sobrevivir en maceta, pero evita los ricos en potasio, ya que harán que entren en flor más rápidamente. Un fertilizante rico en nitrógeno diluido en el riego una vez cada dos semanas mantendrá su producción de hojas durante más tiempo.
Albahaca
Una de las más utilizadas en la cocina... y de las más difíciles de cultivar dentro de casa. Aunque conociendo una serie de trucos se la puede cultivar sin problemas... incluso en invierno!
- Garantízale 6 horas de sol diarias, una ventana orientada al sur es lo ideal. Si no dispones de tantas horas, prueba con variedades de hoja pequeña, como la cannelle o la púrpura, que se adaptan muchísimo mejor a la sombra que las de hoja ancha.
- Empieza con semillas, nunca he podido mantener viva dentro de casa una albahaca comprada, siempre he tenido que acabar sacándola al exterior. En cambio, si lo he podido hacer con las sembradas.
- En invierno si la temperatura de tu casa baja mucho, puedes cultivarla en un invernadero al lado de la ventana. Eso sí, no las mantengas cerca de un radiador... las secará en un abrir y cerrar de ojos.
- Mantén las plantas alejadas unos centímetros de las ventanas. Aunque no pare de repetirte que la luz es importante (y más en el caso de la albahaca) mantenerla demasiado cerca de la ventana puede hacer que las temperaturas sean muy extremas, demasiado frío en invierno y demasiado calor en verano. A no ser que cuentes con cristales dobles aislantes, aleja unos centímetros la planta del cristal para que pueda disfrutar de la luz sin congelarse o achicharrarse.
Los trucos de la albahaca se pueden aplicar igualmente a cultivos exigentes en luz, como el romero, la salvia o el orégano.
En cocinas sin luz
Aún en cocinas sin luz directa es posible disfrutar del sabor de las aromáticas frescas... Simplemente debes cultivarlas como si fuesen brotes! Sé que puede sonar un poco raro, pero no requieren luz directa, los puedes disfrutar en una semana y el sabor es exactamente el mismo! Este es un buen método para aquellas aromáticas que pierden sabor una vez desecadas, como la albahaca y el cilantro. De este modo se puede disfrutar del sabor 'en fresco' sin arruinarse comprando ramilletes. Además, no requiere apenas espacio ni material, simplemente la ayuda de una germinadora!
Como ves, es perfectamente plausible disfrutar de aromáticas en la cocina siguiendo estas simples pautas. Encuentra el rincón/pared/repisa con mayor número de horas de luz e instala tu jardín de aromáticas. Lo demás, es imaginación ;).
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