Nuestro propósito es darte a ti, docente, lo que consideramos, en definitiva, ¿Cómo podemos educar a mis educandos en la inclusión? ¿Y sabes qué? No podemos dejar de incorporar los valores. Más que incorporar incluir[1]
El objetivo primordial de la escuela son los valores y aquellos que afectan a la persona toda: "Ser un buena persona" ( ver Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional, frase de Howard Gardner, neurocientífico; autor de la teoría de las inteligencias múltiples). El educando que quiere realizarse tiene que optar libremente por los valores, asumirlos y encarnarlos en su obrar para su realización plena como persona y una convivencia con el otro, que es tú.
El gran objetivo de la educación es quizás que el educando aprenda a ser siempre él mismo mediante el esfuerzo incesante de las opciones libres orientado por los valores para ser una persona plena, ciudadano comprometido, profesional responsable y persona que sabe integrarse y comunicarse a los demás.
Los valores son capaces de sacar al educando de su indiferencia y provocar en él una actitud de estimación: vitales, intelectuales, afectivas, estéticas, relacionales, entre otras.
- Pero es la persona el primer valor, como valor absoluto.
"El hecho de que sea enteramente un sujeto de derechos, no debe hacernos olvidar que cada uno de nosotros debe siempre llegar a ser él mismo mediante el esfuerzo incesante y generoso de las opciones libres"[3].
Cada persona con su modo se existir único es el primer valor y posee el carácter de absoluto.
- Los niños aprenden con el ejemplo. El ejemplo que dan sus padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir, de cooperar, de ayudar a los demás, de tolerar y aceptar, entre otros. Si los padres no tienen paciencia con su hijo, no los trata con respeto, con cariño comprensivo ¿qué creen que el niño va a aprender? ¿Cómo se van a comportar con los demás? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial.
- Esto mismo ejemplo debe extenderse en la escuela con los docentes incluyendo la palabra, pero palabra reflexiva y concientizadora. Pero si cada docente hace lo suyo no vasta, esto se debe planificar y consensuar institucional.
- En el ámbito de la escuela podemos desarrollar determinados recursos: juegos, actividades, dinámicas, entre otras.
- También, se puede acudir a determinas técnicas para reflexionar determinados casos, narraciones, cuentos[4], etc. a través de.
- Y, por último, el docente, junto con el tutor y la psicopedagoga - si la hay- abordar cados concretos a través del dialogo concientizador.
[1] Inclusión ética y sexual, sus dimensiones pedagógicas.
[2] Valores necesarios que debemos enseñar para una inclusión educativa.
[3] JERPHAGNON L, "Qué es l a persona humana", Barcelona, 1969, pp. 126-127.
Acerca de Lic AUS Jorge Luis Prioretti
Licenciado en Organizaciones sociales y culturales - USAL. Analista universitario en sistemas - UTN. Profesor Sup. Filosofía y Cs. Educación.