Ahora que se acerca el verano y que, posiblemente, tengáis un poco más de tiempo libre, sería bueno que dedicaseis unos días a elegir un destino para vuestras vacaciones. Bien es cierto que no todas las parejas cuentan con los mismos recursos ni con las mismas posibilidades para elegir uno u otro lugar al que dirigirse, así como tampoco pueden permitirse un descanso de la misma duración; sin embargo, seguro que si ponéis de vuestra parte podéis planear alguna escapada que os sirva un poco para desconectar y también para reforzar la relación.
Lo cierto es que hay miles de lugares entre los que elegir para disfrutar. Así, por nombrar solo algunos, es posible optar por zonas de playa en las que darse un buen chapuzón y relajarse, dirigirse a zonas de montaña en las que reine la tranquilidad y el sosiego y donde podréis estar en contacto con la naturaleza, o bien explorar algún país lejano que siempre os despertó curiosidad.
El caso es que antes de decidirlo, siempre es recomendable que hagáis una valoración conjunta del tiempo real del que disponéis, así como de vuestras posibilidades económicas, con el fin de elegir el destino más apropiado para vosotros. En el supuesto de que, por ejemplo, no podáis permitiros un gasto demasiado grande, siempre está la opción de elegir ciertas zonas o tipos de alojamiento como albergues, chozas o apartamentos sencillos en los que también podréis pasar unos días estupendos.
Recordad que lo más importante en este caso no es el sitio en sí mismo al que decidáis acudir, sino la forma en que viváis la experiencia y lo positivo que saquéis de ella. Es posible, por ejemplo, que os decantéis por una acampada en medio del bosque, sin demasiados recursos, y que paséis unos días geniales de convivencia y de conocimiento del otro que no esperabais. Todo dependerá del espíritu aventurero de cada persona y de las expectativas que cada uno tenga sobre qué significan para él unas vacaciones.
Por eso, y no sólo en verano sino también el resto del año, resulta muy recomendable vivir nuevos retos y conocer nuevos lugares junto a la pareja, pues al hacerlo estaréis dotando a la relación de una buena dosis de elementos positivos tales como “salir de la rutina”, una “renovación de vuestro amor” o el “apoyo mutuo” que os daréis ante situaciones desconocidas que en un principio puedan causaros un poco de miedo.
¡No lo penséis más y animaros! Cualquier lugar es bueno para continuar creciendo como seres humanos, descubrir nuevos misterios e incluso conocernos más a fondo a nosotros mismos. Y qué mejor persona para acompañarte en este viaje que tu propia pareja…
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