Cuando dices "Este verano recorreré en coche la Costa Azul" todo el mundo me ha imaginado con el pelo perfecto, como si mi pelo supurase keratina; con una gran pamela y en una lancha con capacidad para 23 personas ¿Verdad qué sí? Pues no.
Volé con low cost, pero esto para otra ocasión que hablemos de los parásitos sociales que no saben cerrar su raja en la cara a modo de boca. El silo de mi pueblo tiene más comodidades que el aeropuerto de Marsella, donde las escaleras mecánicas no existen y donde tienes que llevar tu propio equipaje a la compañía tras facturar. Todo comodidades, sí. Por no hablar de las trampas a lo Humor Amarillo que te ponen, como bloques de hormigón que se desprenden del suelo a modo hamburguesas.
El tráfico en Francia es una full de Estambul. Hay más rotondas que en Móstoles, lo que trae consecuencias nefastas: en hacer 10 km tardas 3 horas debido a los atascos. Todo muy práctico.
Llegar a #Niza y ¡Aleluya! Encontrar aparcamiento a la primera, pronto nos dimos cuenta de que estaba prohibido, aun así, nos jugamos la vida y fuimos al apartamento. Al límite. El apartamento pequeño, pero mono aunque como en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. ¡¡Lleno de peligros!! #NizaDía1 encendemos la luz, emocionados y cuando han pasado 5 minutos veo que sale humo de una de las camas. ¡¡¡¡Fuego, fuego!!!!! La lámpara estaba quemando el edredón ¡Señor, casi perecemos! Esto mientras por todo aire acondicionado teníamos un ventilador de marca blanca Carrefour. Todo esto mientras sonaba "Se nos rompió el amor" de la Jurado.
Decidimos bajar a cenar y nos quedamos atrapados en el ascensor. Me veía como en ¡Viven! comiéndome los muslos de mis acompañantes con la naríz hinchada como "La Coneja".
La cara parecía una bola de la discoteca Project, ni las toallitas antibrillos de Muji me hubieran salvado. Momento emoción ¡Nos vamos a la playa! Lo que no sabíamos, queridos amigos, es que las playas son de unas piedras que ni la cantera de Carrara. Y sin cangrejeras, meterte y salirte del agua era un calvario porque los pies se ponían en carne viva.
De #Mónaco solo diré una cosa: ¡Qué se lo pueden meter en los huevos! Aunque anatomicamente esto sea imposible de consumar. Había 400 grados y decidí correr el riesgo de no subir el precipicio que te lleva a ver el Palacio Grimaldi. ¡¡Qué venga Carolina a verme a mi a mi PSL!! Paseé mi pamela con mucho glamour pero en llano, nada de cuestas al borde de la lipotimia.
Momento de volver a Marsella, al maravilloso aeropuerto con tiendas de Bodas Mabel y croissant a 5 leuros. En el coche a punto estuvimos de hacer uso de la Tarjeta Sanitaria Europea por una crisis de ansiedad en plena autopista. En reserva recorrimos 50 km sin encontrar ni UNA gasolinera. En Marsella ciudad decidimos desviarnos y desembocamos en las 3000 viviendas marsellesas. Mis amigos no me veían, pero lloré desconsoladamente mientras nos caían gotas de sudor como a Bruce Willis en La Jungla de Cristal.
Finalmente llegamos al aeropuerto, aunque solté algún que otro comentario propio de mi abuela como "les voy a dar una patada en la cabeza y la tripa" o "Mucho cartel de aeropuerto de Marsella pero aquí no se ve". Estábamos dando vueltas y no lo sabíamos. Mucho lerere y poco larala. Aun así acabamos así de monos todos. ¡¡Quién lo diría!! ¿Adivináis a quién me pido yo?
Hola amigos de #MTV ¿Para el año que viene nos patrocináis el viaje a lo #AlaskayMario por donde vayamos, aun destino sin definir? Fue idea de @InmaculadaUrrea que se dedica al branding y sabe lo que dice. Venga, escribidnos.