Así está el panorama...
Haces una comida al día. Llegas a la siguiente comida muerto de hambre o, en su defecto, el hambre está normal pero tienes muchas ganas de comer mugritas y no precisamente un pescado con verduras.
¿Suena familiar?
La razón es nuestro cerebro haciendo de las suyas. Saquen sus libretas, que hoy tenemos clase de nutrición mezclada con neuro-ciencia.
La parte frontal del cerebro es en la que somos más productivos mentalmente, por decirlo de alguna forma. Como dato curioso, cuando estamos estresados se llena de sangre está parte del cerebro para protegerse del daño y entonces pensamos con la parte trasera del cerebro, que es 20% menos inteligente que la frontal (Si alguna vez han estado enojado y dicho cosas de las que se arrepienten, es por esta razón).
Además, el cerebro es el órgano que más energía consume (aprox. 20%), entonces cabe mencionar, que el cortex frontal del cerebro es la parte del cuerpo que más energía consume. Y al cortex frontal le fascina la glucosa, es su favorita.
Todo lo que comemos pasa por distintos procesos y tiene sus prioridades, pero generalizando, la mayoría se hace glucosa y se mueve por el torrente sanguíneo. Cuando llevamos horas sin comer, al cerebro como que le falta algo y entonces el hipotálamo (otra parte del cerebro) detecta que los niveles de glucosa están bajos y activa sensores (tipo el botón de "Panic" del llavero del coche). Estos sensores (insula y stratium) tratan de llamar tu atención para que los alimentes, no se andan con rodeos y necesitan comida, así que se van a lo grande: Fast Food, dulces, papas, chocolates, refresco, etc, etc, etc. Hacen que se te antojen todas estas cosas y no te importe nada más.
De hecho acaba de salir un estudio* que comprobó que esto se acentúa mucho más en personas con obesidad.
La clave es hacer por lo menos tus 3 comidas al día, con 2 snacks en medio de ser posible. Nunca llegar al punto de "me muero de hambre".
Por cierto, para aquellos haciendo "dietas" de ayunos prolongados, así como para las personas con trastornos de alimentación (tipo anorexia), el cerebro tiene puntos de motivación al ver resultados y no suelen presentarse este tipos de reacciones normales del cuerpo. Eso no lo hace una opción saludable, tienen muchas otras cosas en contra... pero eso es otro tema.
*Page K et al. Circulating glucose levels modulate neural control of desire for high-calorie foods in humans.