Cómo trabajo en mi ordenador

Si creíais que os ibais a librar, estabais muy equivocados ;-) Siguiendo la serie iniciada por Jeroen Sangers, y secundada después por José Miguel Bolívar, Daniel Aguayo, Berto Pena y David Torné, hoy os presento cómo es el escritorio de mi ordenador, y qué herramientas utilizo habitualmente para mejorar mi productividad diaria.

Como veréis enseguida, soy bastante minimalista y procuro utilizar el menor número de herramientas posible, sacándole todo el jugo a lo que ya trae de serie mi sistema operativo. Incluso creo que todavía tengo demasiadas cosas, peor esa es otra historia. Como podéis ver en la imagen que ilustra este artículo, mi escritorio es casi un lienzo vacío, con un fondo que sigue un patrón geométrico y con poco contraste, para no distraerme.

Lo que se puede ver

Mantengo el dock en la parte inferior, tal y como viene de serie, pero le he quitado casi todo. Sólo mantengo el acceso al Finder –no se puede quitar–, al navegador Safari y a Things, ambos de uso continuo. Con la nueva versión de Mac OS X, incluso se abren automáticamente cuando enciendo el ordenador, así que están siempre ahí.

Junto a los iconos de las aplicaciones, como hace Berto Pena, tengo accesos directos a las carpetas de los proyectos con los que trabajo actualmente. De esta forma aumento mi productividad, evitando tener que abrir el Finder para acceder a los archivos más usados. También tengo un acceso a la carpeta de Descargas, pues ahí va a parar todo lo que entra a mi ordenador. Me gusta tenerlo siempre a mano para procesar lo que haya siempre que tengo un momento libre.

En cuanto a la barra de menú, podéis ver que aparece Quickcursor –complemento de WriteRoom para editar rápidamente cualquier archivo de texto–, y F.lux –parece que a muchos productivos nos gusta este “juguetito”–.

Quickcursor me sirve para lanzar WriteRoom desde cualquier sitio, incluido Safari, y poder guardar, editar o modificar cualquier texto. En cuanto a F.lux, me sirve para adaptar la tonalidad de los colores del escritorio según la hora del día. Llevo poco tiempo usándolo y aún está en prueba, pero todo indica que terminará quedándose conmigo. Resulta muy agradable trabajar con F.lux, especialmente por la noche.

Mi forma de trabajar

Me gusta usar la máxima resolución que da mi portátil, y desde que tengo Mac OS X Lion, utilizo el modo de pantalla completa, si es que lo permite el programa que estoy usando. Mientras estoy trabajando no hay ni correo, ni Twitter, ni Skype, ni nada que pueda distraerme. Sólo los programas que necesito para hacer la tarea que tengo entre manos, Safari y Things. Punto.

Muchos utilizan programas especializados para trabajar en el Finder o lanzar aplicaciones. Yo tengo la política de no instalar nuevos programas si ya tengo otras herramientas que pueden hacer lo mismo. En este sentido, hago uso intensivo de los atajos de teclado de mi sistema operativo y de Spotlight –el buscador de serie en Mac OS X– para buscar, encontrar y lanzar programas y todo tipo de archivos. Igualmente, utilizo Safari para mis búsquedas por Internet.

Pasando a las herramientas productivas propiamente dichas, como decía más arriba, para gestionar mis listas GTD utilizo Things. Me gusta porque tiene versión para iPhone y me permite trabajar también con áreas de responsabilidad y con responsables de las tareas, todo ello a un precio muy asequible. Hay otras opciones, como OmniFocus, pero se me hacen demasiado complejas y, sobretodo, mucho más caras.

Mis cuentas de correo personales las concentro y las gestiono desde Mail, el calendario con iCal, mis contactos con Agenda, todos ellos de serie en mi ordenador y sincronizados con mi iPhone. Incluso las notas –listas de referencia, checklists e información varia de uso frecuente– la gestiono también desde Mail. Hasta hace poco utilizaba Evernote, pero no le sacaba mucho jugo, así que terminé desinstalándolo. Ahora mis notas de voz van a la grabadora de mi iPhone, y los recursos web los gestiono íntegramente con Instapaper.

Para mis mapas mentales utilizo Mindnode, un software con versiones para Mac OS X y iPhone realmente sencillo, con todo lo que necesito para dar rienda suelta a mi creatividad y aplicar la planificación natural de proyectos. Por el momento sólo utilizo la versión de escritorio gratuita, ya que me va francamente bien. También existe una versión de pago más avanzada, muy asequible, que quizá termine comprando si me aporta suficiente valor.

Para terminar, mis herramientas de escritura básicas son WriteRoom –para escritos breves, como este artículo–, y Scrivener –para trabajos largos, como mi primer libro, en el que ya estoy trabajando–.

Otras herramientas de productividad imprescindibles en mi día a día son la suite iWork de Apple, Skype, MoneyWell –mi programa de control financiero–, 1Password –para gestionar toda la información sensible que no es prudente tener en Mail–, FileZilla –mi cliente FTP de cabecera para gestionar El Gachupas–, Sigil –un editor de libros electrónicos ePUB libre y muy completo–, y Reeder –para disfrutar de mis feeds favoritos en mi ordenador o en mi iPhone–.

Como veis, es un mix de software comercial y libre. A la hora de ser productivos no debemos escatimar en pagar si es necesario ;-)

Y tu escritorio, ¿cómo es? ¿Tienes alguna herramienta que consideras clave para tu trabajo diario? Compártelo con nosotros en un comentario.

Artículo original escrito por Jero Sánchez. Sígueme en Twitter.

Foto por Jero Sánchez
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