Revista Salud y Bienestar

Completa las tareas pesadas con la Técnica Pomodoro

Por Elgachupas

Tomate

Foto por Matthias Siebler (via Flickr)

Artículo original escrito por Jero Sánchez. Sígueme en Twitter.

Hace un tiempo publiqué un artículo sobre la técnica de las palomitas de maíz para vencer la procrastinación. Esta técnica nos permite dar el primer paso cuando nos enfrentamos a tareas que se nos resisten especialmente, ya sea por su dificultad, su duración o porque simplemente no nos motivan suficiente.

Hoy os quiero presentar una técnica complementaria que ha demostrado ser extremadamente efectiva para vencer la procrastinación, sobradamente conocida por los productivos más experimentados. Se denomina Técnica Pomodoro, y fue inventada por Francesco Cirillo a finales de los años 80.

La Técnica Pomodoro consiste en dividir el trabajo en bloques de tiempo fijos –generalmente de 25 minutos. Cada 25 minutos se hace una pausa de 5 minutos, y cada 4 ciclos de trabajo –algunos les llama “pomodoros”–, se toma una pausa larga. Esta técnica se basa en la idea de que las pausas frecuentes ayudan a mejorar la habilidad mental y eliminan el estrés generado por la falta de acción y de control.

Para controlar el tiempo, Francesco utilizaba originalmente un temporizador de cocina en forma de tomate, de donde le viene el nombre de la técnica –pomodoro significa tomate en italiano ;-) En realidad, es perfectamente posible trabajar con uno de los muchos temporizadores de software que existen, aunque quizá un temporizador real, que haya que girar manualmente y que suene cuando termine el tiempo, sea más efectivo desde el punto psicológico. Según el propio Francesco, la acción física de girar el temporizador confirma nuestra determinación de querer hacer la tarea.

Además, nos podemos ver beneficiados de una sensación de avance si cada vez que terminamos un bloque de trabajo dibujamos una cruz –al estilo del método Seinfeld para adquirir hábitos. El aspecto visual se ha demostrado tener una gran importancia para reforzar compromisos y estimularnos a continuar avanzando.

Una ventaja adicional de esta técnica, cuando se ha utilizado durante un tiempo, es que nos permite estimar el esfuerzo o duración de las tareas comunes en términos de “pomodoros” o bloques de 25 minutos. De esta forma nos resultará más fácil planificar el trabajo y decidir qué es lo que podemos hacer un día en concreto.

Podéis visitar el sitio oficial –en inglés– donde podréis bajar gratuitamente el libro que describe en detalle la técnica y adquirir el kit oficial para implementarla, que incluye una camiseta y un temporizador edición especial –y es que hay gente para todo ;-)

¿Ya conocías la técnica pomodoro? ¿La utilizas habitualmente? Comparte tu experiencia en un comentario.



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