Ya hemos avisado que por motivos personales estamos sin internet a mano desde hace varios meses y cuesta sobremanera llevar la actividad habitual de nuestra página y programa de radio. Consecuencia de ello es que del presente evento que les informamos, el DDM 2014, que fue a la par la celebración del 25º aniversario de la ya mítica discográfica Subterfuge, solamente les podamos hablar de lo que aconteció en el 2º de los días y solamente de las 2 últimas actuaciones.
El caso es que hasta las 21h del día 21 no nos pudimos enterar de que estábamos acreditados desde el viernes 20 por la mañana para poder informarles de todo el cartel del evento, el cual estaba plagado de buenos nombres, con artistas sensación del momento actual como por ejemplo Anni B Sweet y recuperaciones de años atrás, con nombres que podrían sorprender a estas alturas como Australian Blonde, Los Fresones Rebeldes o Sexy Sadie. A nosotros nos llamaba poderosamente la atención lo referido a Najwa, la cual iba con Carlos Jean en Najwajean y también en solitario a defender su último disco “Rat Race”. Al menos, como Najwa era el fin de fiesta a las 1.55h del ya día 22 de junio, pudimos vivir ese evento y a los anteriores Mercromina, grupo que al igual que otros citados anteriormente, eran notorios en el cartel por llevar un tiempo que no se sabía mucho de ellos.
Bueno, pues a las 21h estábamos visitando a nuestro impedido amigo y tertuliano de nuestro programa de radio Mariano González en su domicilio. Accedimos a nuestro correo a través de su portátil y nos dimos de frente con el mensaje afirmativo por parte de la organización del festival el viernes a primera hora de la mañana. El jueves por la tarde habíamos entrado en nuestro e-mail, pero al no haber recibido en aquel momento aún la contestación, habíamos dado por sentado que no se había atendido nuestra petición de cobertura mediática.
Entramos en la web de DDM 2014, a la par que en Radio 3 escuchábamos a Australian Blonde y a Vinila Von Bismark en directo, con la locución del señor Julio Ruiz y nos dimos cuenta al ver los horarios que aún nos daba tiempo a llegar para ver a Najwa, que quizás era nuestro principal interés a priori y a Mercromina. Se nos dio relativamente bien el metro y sus consecuentes trasbordos, llegando a Matadero en Legazpi sobre las 00.40h. Unos guardias de seguridad en los accesos, sumamente amables (y no hablo en ironía por mucho que algunos puedan pensarlo) y un chico de las taquillas fueron muy colaboradores con nosotros y aunque a priori no daban con nuestra acreditación, finalmente nos permitieron acceder al recinto para poder informarles de lo que, ya por fin (tras este rollo de introducción para justificar lo poquito que podemos informarles), vivimos.
Nunca había estado en las instalaciones del Matadero y realmente me sorprendió sobremanera lo bien que están. Teniendo en cuenta lo tétrico que tuvo que ser un su día, el trabajo de remozado y restauración que se llevó a cabo ya hace varios años, ha dejado lugar a un espacio realmente increíble. El escenario del DDM estaba en la plaza central, y decidimos irnos por el lateral del fondo, según mirabas al escenario a la izquierda, consiguiendo una posición más o menos apañada, aunque (debido a la falta de previsión) íbamos sin cámara de fotos o móvil, con lo que tras mucho tiempo volvemos a comentar una actuación sin una sola foto de lo sucedido (lo sentimos, ya que el texto plano sin nada visual puede resultarles algo coñazo y plúmbeo).
Justo llegamos en los momentos en los que un siempre efusivo Julio Ruiz presentaba a Mercromina. Esta formación, que ya llevaba un tiempo fuera del primer plano, fueron de los que más tiempo disfrutaron en su actuación. La mayoría de los grupos tenían 25 o 30 minutos y este grupo de nutridas y consistentes guitarras tuvieron a su disposición unos 3 cuartos de hora. En ese tiempo ofrecieron al menos 8 canciones, comenzando de forma más íntima y sigilosa (discúlpenme que no cite canciones, pero no conozco mucho la discografía de la banda), para ir poco a poco metiendo mucha más caña y potencia en los siguientes temas.
El grupo terminó con sus temas más celebrados de su trayectoria (a tenor de la respuesta por parte de la gente que abarrotaba el recinto, ya que, repito, no soy muy experto en la historia de Mercromina) y puso el punto final con la colaboración de Irantzu Valencia de La Buena Vida, que al respecto Julio Ruiz ya avisó que habría algo de eso en su introducción previa a que las cuerdas de Mercromina comenzaran a afilar sus sonidos. Desconociendo al 95% a Mercromina y su bagaje, siendo la primera vez que les veía, y si tenemos en cuenta la falta de actividad que venían arrastrando en conjunto desde mucho tiempo (por lo visto), las sensaciones que recibí fueron muy positivas. Sonaron muy bien y ofrecieron un repertorio más que apañado. A pesar de que fueran de los que más tiempo tuvieron sobre el escenario, 45 minutos es poco, pero Mercromina con esos minutos transmitieron la sensación de concierto grande. Por tanto, podemos considerarles como uno de los grupos ganadores del festival y la respuesta por parte de la gente así lo corroboró.
Sin apenas solución de continuidad, el escenario se disponía para la diva que es Najwa, tal como apuntó acertadamente quien la introdujo (esta vez no era Julio Ruiz). Y es que Najwa es diva en el celuloide y más si cabe en la música. Ya sabrán ustedes que nosotros somos de los que pensamos que es una cantante o compositora antes que actriz y de hecho creo que ella también se considera de esa forma. En contra de pregonar nuestra devoción por Najwa, irá que les confiese que aún no hemos escuchado “Rat Race”. En nuestra defensa, nuevamente me escudaré en el año de caos que atravesamos, que entre otras cosas tiene como factores nuestro no-acceso fácil a internet (completada la mudanza en breves semanas, pondremos remedio al fin en breve).
Por ello, y sabiendo que Najwa es de las que no mira atrás en sus actuaciones, por mucho que quizás al ser un evento de celebración de Subterfuge, hubiera estado apañado que hubiera recuperado alguno de sus singles de mejor resultado comercial, suponía que la sorpresa sería absoluta y el impacto total al enfrentarme por primera vez al contenido de “Rat Race”. Pero Najwa es como es y me quiso llevar la contraria, marcándose una sorprendente interpretación del “So often” de “Walkabout” en el 2º lugar del set list.
Najwa se presentó con peluca de melena corta rubia (la cual se quitó en el tramo final de la actuación, para terminar completamente despeinada) y con camisa, mallas y deportivos. Las gafas de sol le ayudaron a incorporar misterio a su actuación, cosa que siempre es marca de la casa de esta mujer. En el set list de unos 40 minutos que nos ofreció Najwa a las 2 de la madrugada, en lo que era una excelente noche en la capital, salvo la sorpresa de “So often”, el resto en efecto fue contenido de “Rat Race”. Y la impresión no fue mala. Cierto es que hubo algunos temas agrestes dentro de la actuación, de esos que cuestan digerir y en los que además Najwa entrar en trance repitiendo frases marcadas como “no quiero morir” o preguntarse “¿estoy perdida?” (todo esto en inglés) curiosamente antes de meterse con “So often” (puede que sí estuviera perdida, por lo comentado de no recuperar temas de discos que no sean el último que haya editado).
Se notaron sobremanera ya entrada Najwa en la 2ª mitad de su actuación el single “Feed us” y también la canción título “Rat race”. Pero a mi me gustó una muy saltarina y bailonga en la que se quedaban marcadas a juego la palabras “habitación, cama y pijama”. Y es que con “Pijama” la gente que aún quedaba inmóvil frente a los envites de baile que Najwa y sus músicos colaboradores actuales lanzaban desde el segundo 1 de su concierto, terminaron por comenzar a moverse embelesados por el buen ritmo de esta canción.
A Najwa se la veía cómoda en el escenario y dijo en varios momentos que no quería irse. Sin embargo, a las 2.35h, con tremenda puntualidad, se puso punto y final al DDM 2014, con el broche de oro que siempre ofrece Najwa, la cual no dispone un rollo tan falto de luz como en su anterior gira, sino que con los rayos láser verdes viniendo del fondo del escenario y con el telón de fondo con su nombre constantemente apareciendo en distintas fuentes de letra, ayuda a romper el minimalismo y oscuridad de la gira de “Donde Rugen Los Volcanes”. A los que ya conocemos y apreciamos a Najwa, nos volvió a gustar el asunto. El que no conociera a la Nimri en el escenario, como siempre, quedaría un poco flasheado y quizás tarde en asimilar todo.
Terminado esto, tomamos las de Villadiego rápidamente para intentar retornar en no sé qué búho a Cibeles y de ahí movernos a tierras o distritos que conocemos mejor que Arganzuela. Cogimos en el paseo de delicias un N-13 que se puso hasta los topes, aunque al menos nos pudimos sentar debido a ser de los primeros que llegamos a la marquesina.
Pues sí, vimos poco del DDM 2014 por todo lo descrito anteriormente. Y fue una tremenda lástima, ya que por todo el cartel que había preparado, creo que esta fiesta de celebración de Subterfuge y su 25º aniversario tuvo que merecer mucho la pena. Najwa y Mercromina, estuvieron muy bien y lo que escuchamos de Vinila y Australian Blonde por la radio también tuvo que ser notable de ver y vivir allí en persona. La idea de festival fue muy acertada, con actuaciones cortas y dinámicas y además con un rápido cambio de escenario y disposiciones para evitar esperas interminables entre actuación y actuación. La gente respondió en masa y de hecho el recinto permaneció con sensación de lleno hasta la última hora del festival. Felicitamos desde aquí a Subterfuge, deseando que celebren muchos más cumpleaños y lo hagan de forma tan acertada, agradecemos muchísimo a Gema del Valle de Subterfuge y a Mónica Caballero de Promociones Sin Fronteras sus gestiones para acreditar a “DMR” para este evento y lamentamos horrores nuestra situación actual, que no nos permitió poder informar de la totalidad de este evento como se hubiera merecido. Esperamos que al menos con este poquito que aquí les hemos contado, hayamos salvado algo los muebles.