




Más o menos el repertorio fue parecido al de la sala But, sobre todo en el sitio que ocuparon los hits más destacables del grupo. “LOL”, “Hay”, “Color de rosa” y “El subiduki” estuvieron troncalmente casi en los mismos lugares del minutaje de la actuación. Hubo alguna permuta de canciones de orden y alguna ligera variación en temas a incluir o no. Otra de las canciones de menor relumbrón que fue quizás la que más me llegó en el concierto y me ha venido a la mente recurrentemente estos últimos días ha sido “Hipi, punki o mod”. Abajo Rafa Filete a su guitarra con una cara de mala hostia que a ver quién se atrevería a decirle nada a este buen pacense.




Y con esto el grupo finalizó un show que pone de manifiesto que Los Ganglios tienen tirón y mucho. Tras el concierto nos fuimos a apretarnos unas hamburguesas a un local a la vuelta de la manzana de la sala y debatimos entre Alfredo Morales y servidor sobre la posibilidad de que quizás con la debida antelación y promoción Los Ganglios incluso podrían atreverse con una Riviera. Este concierto fue imprevisto y sorpresa. Por nuestro lado hubieran podido acudir unas cuantas personas más a las que mi novia y yo hemos convertido en “ganglilivers” cuando han visitado nuestra casa y les hemos puesto en la SmartTV a través de Youtube varias de las ingeniosas creaciones de este trío compuesto por 2 pacenses y una sueca, sustituida en esta ocasión por Mariana, con mucha solvencia, por cierto (muy bien en los coros de voz modificada y en ciertas intro).

“CADA CONCIERTO DE LOS GANGLIOS ES UNA FIESTA”:
El viernes pasado asistimos a una fiesta inesperada y digo bien “fiesta” porque cada concierto de Los Ganglios es una fiesta. Lo confieso, soy fan fatal de ellos. Son el grupo que necesitábamos, me gustaban muchos esos dibujos de estilo superhéroe de la Marvel que tenían en sus web para identificar a cada miembro del grupo; en ese sentido me recuerdan a los Pegamoides donde todos eran estrellas aunque Alaska destacase por ser la cantante. Aquí es Xoxé quien destaca. Es inevitable, ya que hace una labor concienzuda explicándote el porqué de esas canciones a ratos surrealistas (“Granadas de mano”, “Canción oriental”…) y a ratos muy realistas (“El Molino”, “El subiduki”..).









