Revista Cocina

Contra viento y marea: beber agua de mar

Por Yoisasi

La Mar (en mayúsculas y en femenino) forma parte de mi vida desde que nací. Siempre ha estado a mi lado. Actualmente vivo en frente de la Mar, no cerca o al lado, sino en frente y la veo y la admiro contemplando su ‘estado de ánimo’ todos los días del año.
A la Mar hay que tenerle un gran respeto. Esto lo saben muy bien los pescadores. Y siento que ahora, más que nunca, hay que tenerle un gran respeto en todos los sentidos, tanto dentro como fuera.
Por todos son conocidos los efectos terapéuticos del mar:
- La Talasoterapia (thalasso significa mar): ‘Método de terapia que se basa en el uso de diferentes medios marinos, juntos o por separado de agua de mar, algas, barro y otras sustancias extraídas del mar y del clima marino como agente terapéutico. Agua recogida de lugares donde esté limpia.(…) El médico británico Richard Russel desarrolló a mediados del s. XVII el primer tratado médico de curas marinas. En 1913 se constituyó en Francia la Asociación Internacional de Talasoterapia, que celebró su primer congreso en Cannes en 1914. Francia es, desde entonces, el país donde la talasoterapia goza de mayor prestigio y difusión, con importantes centros especializados.’ Wikipedia.
Da muy buenos resultados en problemas circulatorios, hemorroides, psoriasis, heridas, hongos, asma, alergias…
La terapia ‘externa’ me parece fantástica. Doy fe de ello ya que siento que es muy importante estar en contacto con esta maravilla de la Naturaleza e incluso respirarla. Pero cada vez está peor ya que, cada año que pasa, nuestras costas están más contaminadas (luego hablaré de ello) y estos supuestos baños, dependiendo de dónde los hagamos, podrían llegar a ser contraproducentes, de ahí la fama y el prestigio que se les da a los centros de talasoterapia ya que trabajan con agua de mar ‘tratada’ y específica.

A nivel ‘interno’ tenemos también buenos resultados gracias al trabajo que desarrolló el doctor René Quinton que recogía agua marina a una profundidad determinada, la filtraba en frío (si se calienta, según él, pierde propiedades vitales), le añadía agua destilada para rebajar la salinidad al nivel de la sangre humana y así el plasma isotónico obtenido se almacenaba en recipientes de cristal sin partes metálicas y sin aditivos ni conservantes. ‘El agua de mar debe ser recogida en unos puntos concretos llamados ‘vortex’ (ricos en placton vegetal y animal) mediante un barco especialmente adaptado para tal fin. Una vez recogida, el agua debe ser transportada en camiones frigoríficos hasta las instalaciones de un laboratorio, donde debe ser analizada, mezclada con agua de fontana, microfiltrada en frío y envasada.’
Una empresa compró los derechos de imagen de René Quinton y comercializa ampollas y sprays de agua marina siguiendo el protocolo antes mencionado. Se usa para irrigación del colon, acné, descongestión nasal, higiene ocular, desintoxicación del organismo… En definitiva, un suplemento dietético terapéutico que no pongo en duda tomado en sus dosis correctas y en pequeñas cantidades. El tratamiento a base de agua de mar bien nos podría recordar a la homeopatía o la oligoterapia.
Aunque este laboratorio en su web puntualiza: ‘Estos tratamientos no pretenden curar enfermedades sino restablecer las condiciones de homeostasis necesarias para que el organismo reaccione adecuadamente y pueda superar mejor las patologías que le afecten’.
Todo lo comentado hasta ahora lo veo de sentido común.
Yo seguí durante más de seis meses un tratamiento marino (no era el anteriormente citado) para mi artritis reumatoide, recomendado por un gran médico reconocido y experto en esta enfermedad, a base de agente de carga (agua) y agua de mar y, en mi caso, no ha funcionado.

Navegando ‘mar a dentro’ por la red, me he dado cuenta de cómo el tema marino se ha ido de madre. He visto webs que proclaman ‘viento a popa toda vela’, tomar agua de mar a diario (tranquilo por la diarrea matinal, es normal), si es sacada por ti mismo mucho mejor, y también cocinar con ella. Haciendo una pequeña ‘inmersión’ me he dado cuenta de que todas estas webs provienen de una misma raíz: Una manada de ‘tiburones’ expertos en desinformar y distorsionar la realidad pero son listos ya que exponen algo de verdad para que el lector pique el anzuelo. Webs que tienen miles de seguidores ‘haciéndoles la ola’… Son como sectas cibernéticas y muchos de sus suscriptores no son conscientes de ello llevándolos a la deriva.
Toda esta lectura me hace ir a contracorriente y mi instinto acuático me dice que aquí huele a pescado podrido. Su mensaje es claro y contundente diciendo que el agua de mar es buena para beber a diario y, además, curativa y que puedes comprarla o abastecerte de ella yendo a recogerla a la costa ya que el agua de mar se regenera y se limpia sola y que no está tan contaminada: ‘Es cierto que el mar sufre numerosos episodios de contaminación. Pero estamos muy lejos de poder afirmar que es peligroso tomar directamente agua del mar porque éste está mayormente contaminado. Eso no es así. (…) Cuando colocan en la playa la bandera verde significa entre otras cosas que habiendo realizado el preceptivo análisis bacteriológico, han comprobado que no hay en el agua gérmenes patógenos. Por consiguiente, si sufre uno un revolcón por una ola y se pega una buena bocanada de agua, se le podrá romper un brazo, según sea el revolcón, o podrá sufrir una diarrea si la bocanada es cuantiosa; pero no pillará una infección, porque no hay con qué. Es fácil concluir de ahí que si las autoridades sanitarias garantizan que te puedes pegar un trago sin riesgo, también puedes cargar ahí mismo una botella o una garrafa de agua y llevártela para casa, sin riesgo alguno de contaminación por beber esa agua. Elija un lugar donde le conste que no hay vertidos ni industriales ni urbanos. Recoja de ahí varias garrafas de agua, y lo más probable es que la esté recogiendo de calidad.’
Lo que está claro es que no vamos a recogerla de una zona llena de vertidos tóxicos… Tan abducidos no estamos.
Hoy en día considero una locura coger agua de mar de cualquier playa o cerca de la costa ya que puede estar contaminada por descargas de aguas residuales, por residuos de las embarcaciones, personas y animales y/o por el arrastre de residuos de las lluvias. Por ejemplo, aquí en mi zona con tanta embarcación, este verano hemos visto materia fecal acercándose a la costa y si, es procedente de los dueños de las embarcaciones que fondean cerca del pueblo pesquero. Estoy segura que ahora muchos me diréis que todo es biodegradable y aquí os contesto que estas heces pueden llevar la famosa Escherichia Coli y los Estreptococos fecales que sobreviven más tiempo en agua de mar. Por tanto, no creo que sea de sentido común recoger agua de mar cercana a la costa para cocinar y ni mucho menos para beber a diario.
Además de la materia fecal, la basura más común es el plástico, seguido del ‘foam’ (placa compuesta de cartulina por ambas caras, con centro de poliestireno expandido), después el caucho, el vidrio, el papel… Cada año se arrojan miles de toneladas de desechos y, además, las lluvias llevan los residuos y contaminantes de las ciudades hasta la costa, sin contar con los desbordes de aguas residuales de muchas fábricas (datos facilitados por una web de geología).
Una clienta me contó que unos bañistas empezaron a beber agua de mar en una playa conocida de una gran ciudad y montaron un buen espectáculo. Está claro que querían llamar la atención para mandar un mensaje a los espectadores: ‘No pasa nada por beber agua de mar. No pasa nada por beber agua de la playa’. Las imágenes valen más que mil palabras y está claro que se quedan grabadas en nuestro inconsciente y, una vez retenidas, cuando leemos o vemos que alguien recoge agua de la costa para cocinar y beber, nuestra cabecita lo ve como algo normal y, además, como curativo y sano. Nuestra mente ya ha sido ‘pescada’. Os recuerdo que René Quinton decía que caliente pierde propiedades vitales.
Además de las basuras antes mencionadas no nos podemos olvidar de los metales pesados como el mercurio: ‘El agua de mar tiene que pasar en el laboratorio por un minucioso control para evitar la contaminación de los mares que incluya búsqueda de pesticidas (carbamatos, organofosforados o tiofosforados); búsqueda de derivados del petróleo y materiales pesados (plomo, arsénico, mercurio, cadmio, cromo); iones (clorudos, sodio, potasio, magnesio, controles fisicoquímicos, Ph, salinidad, conductividad) y búsqueda de radioactividad. Las enfermedades que pueden aparecer por la ingesta de metales pesados son de tipo degenerativas del sistema nervioso, respiratorio y óseo e incluso cáncer.’
Como podéis comprobar no es tan sencillo como parece… Pero ya puestos, no seré tan alarmista ya que si hay que morir de algo también puede que nos estemos intoxicando con las hamburguesas de las cadenas de fast-food o con los pesticidas que llevan nuestras verduras y frutas, ¿verdad? Pues nada, todos a beber agua de mar.
Sigamos con nuestro viaje submarino y usemos nuestro sentido común. El agua de mar no sirve para hidratarse. Cuánta más agua marina se bebe, más agua dulce se necesita para eliminar la sal por medio de la orina. El agua de mar contiene 35 gramos por litro de sal frente a los 9 gramos por litro que la sangre humana controla por el riñón. Si la bebemos aumentará la concentración de cloruro de sodio en sangre haciendo que el exceso de sodio tenga que ser eliminado por los riñones pero éstos no podrán generar orina por la gran concentración de sodio del agua de mar, así que los riñones nos pedirán agua dulce para poder eliminar el sodio. Con este desbarajuste, al final, el organismo extrae por ósmosis toda el agua de las células deshidratando al cuerpo y pudiendo provocar problemas ya más serios que una deshidratación (aunque ésta ya es seria).
‘Si aumentas el nivel de la sal de tu cuerpo bebiendo agua de mar, afectas tu metabolismo rápidamente y entras en una crisis. Las moléculas del agua pasarán muy rápido por todas tus células tratando de diluir la sal que ingeriste para eliminarla. Este sorpresivo flujo de agua en las células, las deja extremadamente deshidratadas. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos y alucinaciones. Cuando la deshidratación llega a un nivel peligroso, puede causar convulsiones, coma y posibles daños en el cerebro. Si no se trata, los riñones también se verán afectados por tratar de eliminar el exceso de sal y dejarán de funcionar, lo que puede producir la muerte. (…) El biólogo francés Alain Bombard, en 1952, flotó en el Océano Atlántico por 65 días solo, en una balsa, sin agua ni provisiones, para probar que podría sobrevivir. Lo hizo comiendo plancton y pescado crudo. Todos los días bebía una limitada cantidad de agua de mar. Aunque se puso a sí mismo en un tremendo peligro, pudo aprender que se puede sobrevivir bebiendo no más de 35 onzas (1050 ml) de agua de mar por día.’ Corinna Underwood.
Cifra que aún así la veo excesiva aunque algunos beben más cantidad a diario.
También tengo que comentar algo que para mi es muy importante: El residuo seco del agua de mar. Donde vivo es de 6900mg/l y si se calienta, porque hemos decidido cocinar con ella, la cifra se duplica. El ser humano debería beber agua de residuo seco igual o inferior a 50 mg/l. Creo que sólo este dato ya es relevante para pensar un poco en ello.
Pero da igual, el boom mediático ya se tiró del trampolín y España no se quiere quedar atrás, así que ya hay empresas nacionales que nos venden agua de mar para cocinar y beber en tetra-brik o en garrafa que te puede salir a unos 7,50 euros. No teníamos bastante con las grandes multinacionales de agua dulce para ahora, de rebote, nos aparecen con este cuento chino para seguir sacándonos los cuartos, como diría mi abuelo.
Aquí hago una parada ya que los datos de Zenith Internacional (consultora en el sector de bebidas) y lo que nos cuenta El Mundo (vía digital) son más que interesantes:
‘La producción de agua mineral embotellada continúa aumentando, llegando a ofrecer cifras escandalosas, hasta un 80% ha aumentado su consumo en los últimos diez años sólo en España. En sólo seis años el consumo de agua embotellada en nuestro país ha aumentado nada menos que un 50% y las grandes multinacionales se lanzan a la compra de manantiales a unos precios realmente sorprendentes, llegando a pagar hasta doce millones de euros al propietario de un manantial. (…) Las previsiones de ventas se cifraban en un aumento del 8% donde se facturaron 1.180 millones de euros y se superarán el año próximo los 1.250 millones en ventas. Se calcula que el consumo de agua embotellada crecerá hasta un 11% en unos tres años, en este año, sólo en Europa se calcula un volumen de ventas en torno a los 51.000 millones de litros. (…) El agua es una garantía económica y se encuentra sujeta a los movimientos especulativos, las empresas ya tienen realizados sus estudios de mercado a largo plazo y por ello posiblemente estén lanzadas a intentar comprar todo aquel manantial de calidad del que tengan noticia. Han bastado tan sólo diez años para convertir el negocio del agua en uno de los más rentables y menos regulados del mundo. Hoy en día, se puede considerar como una de las mercancías (legales) que más dinero mueven en el mundo.’
Mi lado escéptico me dice que en lo referente al agua de mar, las grandes multinacionales, por todos conocidas, muy interesadas en todo lo que se está cociendo ya sueñan con apoderarse de lo único que nos queda en el planeta Tierra: La Mar. Hasta tendremos que pagar por darnos un baño en la playa. Sinceramente, creo que no exagero.Tiempo al tiempo. Diviso a lo lejos que viene marejada… ¡No mi capitán, es un tsunami!
Os invito a ver este video musical Earth Song mientras yo me pierdo en la inmensidad del océano.
http://www.youtube.com/watch?v=DLGVJrkQ1yw
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com


Volver a la Portada de Logo Paperblog