Revista Jurídico
Los reyes magos nos han traído carbón económico en 2013, por lo que muchas operaciones o negocios en España durante este ejercicio económico serán singularmente arriesgadas.
De entre esas operaciones potencialmente peligrosas destacaremos en este post, los contratos públicos de servicios tradicionales como son la seguridad o la limpieza por citar los más clásicos.
Cada vez resulta más frecuente encontrar a proveedores habituales de estos servicios que acuden a su licitación presentando ofertas con defectos insubsanables con el propósito de ser excluidos o con ofertas muy poco competitivas para deshacerse del servicio que hasta ese momento venían prestando, en algunos casos, con más de una década de antigüedad. La razón de esta retirada de servicios en ocasiones se encuentra en la elevada morosidad de la Administración o Entidad Pública contratante pero en muchos otros casos, porque ese proveedor conoce, por su estrecha relación con la entidad contratante, que va a modificarse ese contrato con una sustancial reducción de servicio. La circunstancia de que se trate de servicios intensivos en manos de obra en los que el empresario entrante se ha tenido que subrogar en toda la antigüedad de los trabajadores, le supone que en el momento que la administración reduzca el servicio tenga que despedir a personal asumiendo la indemnización; operación naturalmente ruinosa, es como si hubiera ganado la licitación sólo para pagar indemnizaciones.
Aconsejamos extremar la prudencia en esta clase de licitaciones e informarse muy bien de la cláusula del pliego relativa a la modificación del contrato así como visitar al servicio promotor de la contratación para intentar sacar la información real de la situación, no vaya a ser que el proveedor actual este como loco de dar el pase a ese servicio....