Tras varias visitas realizadas al espigón del Gayo en Luanco por fin hoy he podido constatar la presencia, como el año pasado, de un pequeño grupo de limícolas de costa rocosa en los bloques del espigón. Se trataban de 10 vuelvepiedras Arenaria interpres y 3 correlimos oscuros Calidris maritima que estaban descansando en la pleamar. Es muy frecuente que ambas especies aparezcan juntas en las zonas de invernada.
Correlimos oscuros ya localicé el año pasado tres en el mismo lugar, aunque a primeros de diciembre, es decir, un mes más tarde. Es una especie que nidifica en la tundra ártica, desplazándose para invernar a zonas más templadas, constituyendo la Península Ibérica el límite sur de su zona de invernada. Parece ser que los que invernan en el oeste de Europa vendrían de Groenlandia y el NE de Canadá, de acuerdo a un reciente estudio. Sin duda es uno de los limícolas más bonitos.
El ejemplar de arriba podría ser un primer invierno, dada la abundancia de marrón en escapulares y coberteras; podemos ver el contraste con otro ejemplar que presenta casi en exclusiva tonos oscuros y grises, que sería un adulto.
Al estar en el límite sur de su área de invernada las cifras de este limícola no son muy importantes en la Penísula Ibérica. Una estimación antigua las cifra sólo en 200, mientras que otra más reciente lo hace en 750, probablemente la cifra correcta esté comprendida entre ambas. En nuestro concejo inverna en tres puntos, aparte de Luanco se encuentra en la costa rocosa de Antromero y la ría de Avilés/Gozón. La temporada pasada estos correlimos luanquinos se quedaron al menos hasta marzo.
Por su parte, los vuelvepiedras Arenaria interpres son mucho más frecuentes, invernando en muchos puntos de la costa; en Gozón, además de los citados para el correlimos oscuro, hay algún grupo en la ensenada de Bañugues y la costa de Verdicio. Ya en paso se lleva observando desde septiembre, y los invernantes permanecen desde octubre.
Estos limícolas de costas rocosas se mueven al ritmo de las mareas, por eso hoy al mediodía se encontraban durmiendo, sin duda después de haberse alimentado activamente. Os aconsejo que os acerquéis si tenéis ocasión, porque en pocos lugares se pueden ver tan de cerca y tan bien. Por hoy, nos vamos y los dejamos dormir a la espera de que tengan un buen invierno.