Revista Cine

Crítica de cine: Daybreakers

Publicado el 25 febrero 2010 por Lapalomitamecanica
Vampiros descafeinados
Crítica de cine: Daybreakers
Nota: 6
Lo mejor:  Una ambientación lograda y un planteamiento atractivo.
Lo peor: El final y el piloto automático de Ethan Hawke y Sam Neill.
El espectador está acostumbrado a ver a los chupasangres huyendo de viriles cazadores o acechando al cobijo de las sombras, siempre asilados de la sociedad,que sólamente visitan cuando le ruge el estómago. Daybreakers plantea todo lo contrario. Nos presenta una civilización donde la mayoría vampira controla el poder y los escasos humanos supervivientes tienen que ocultarse. Además no hay sangre para todos y los hambrientos empiezan a mutar en horribles criaturas equivalentes en comportamiento a un yonki. De ahi la presión del presidente (Neill) hacía un científico, Dalton (Hawke), que se encuentra a un paso de crear el sustituto a la sangre que evitará la extinción de los vampiros.
Crítica de cine: Daybreakers
Una idea que sin ser totalmente original, si es lo suficientemente atractiva para volver a contarnos la eterna rivalidad entre humanos y vampiros, y más aún si viene acompañada de una ambientación a la altura como es el caso. La gran baza de Daybreakers se sustenta en los detalles que diferencian a esta sociedad vampírica nueva de la tradicional humana, con coches cuyas lunas se oscurecen automáticamente para ecvitar el sol o puestos de comida rápida, que en realidad son dispensadores sanguíneos.
Crítica de cine: Daybreakers
Es una pena que un trabajo tan importante de diseño de producción se vea empañado por una conclusión de la historia que sólo se puede calificar de precipitada e incoherente SPOILER ¿Por qué Ethan Hawke se achicharra vivo para curarse y 2 escenas después sabe que la sangre de vampiro tratado es suficiente para sanar? Además, dos rescates de última hora en el climax sólo pueden calificarse de vagos y ridículos FIN SPOILER Las relaciones de los personajes vampiros con sus familias tampoco  terminan de cuajar, sobretodo la de Sam Neill y su hija, que aunque si tiene un desenlace coherente, no se le ha dado el suficiente peso a lo largo de toda la cinta para que dicho final resulte todo lo impactante que debería.
Crítica de cine: Daybreakers
El  reparto parece más preocupado de cobrar el cheque que de dar algún rasgo de personalidad a sus personajes y se refugian en que son vampiros para realizar interpretaciones frías e impropias de dos actores tan resultones como Sam Neill -villano manipulador de manual- y Ethan Hawke -buen samaritano porque si-. El que sale algo mejor parado es Willem Dafoe, que aunque haya ido desprestigiando su talento en mil y un bodrios durante los últimos años, en este caso consigue que el amago de Blade que es su personaje resulte de lo más carismático.
Daybreakers prometía llevar al género vampírico a sus últimas consecuencias, pero diversos retrasos en su estreno ya nos hacían preveer que no era oro todo lo que relucía. Un guión que nos da una de cal y otra de arena y unos actores semicomatosos impiden que la cinta alcance una mayor puntuación. Pero si vuestras pretensiones no van más allá de pasar una tarde entretenida en el cine, bienvenida sea.

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